Moscú / Bishkek, 21 de diciembre, RIA Novosti. La muerte súbita del presidente turkmeno Saparmurad Niyazov, a causa de un paro cardíaco, ha disparado las expectativas de la oposición, confinada hasta la fecha al exilio.
Los dirigentes de tres principales grupos opositores, amenazados por una cadena perpetua en su país de origen, ya están manteniendo consultas para minimizar las discrepancias internas, actuar como un frente único y prevenir la posible confrontación y el caos, confiesa en declaraciones a RIA Novosti el ex embajador turkmeno en Rusia, Nurmuhamed Khanamov, actualmente, líder del Partido Republicano. ‘Volveremos a Turkmenistán en dos o tres días, seguramente' - afirma él. A la pregunta de si el regreso implica cierto riesgo, contesta lacónicamente: ‘La Patria nos importa más'. Khanamov cree necesario formar un Gobierno de coalición, con presencia de políticos opositores, y organizar más tarde la elección del nuevo jefe de Estado por sufragio universal.
Otro político turkmeno exiliado actualmente en Noruega, Abdy Kuliev, líder de la Oposición Democrática Unida de Turkmenistán, da a entender que a los opositores les gustaría ante todo recabar el apoyo de Rusia. Kuliev también reconoce que hay una negociación en marcha entre diversos sectores de la oposición. ‘Vamos a juntarnos y volveremos todos para enmendar la situación creada por Niyazov' - dice él.
Un representante anónimo de la oposición afirma que Niyazov, cuyo funeral tendrá lugar el próximo domingo, 24 de diciembre, falleció en realidad hace unos días antes y que las autoridades optaron por retrasar la publicación de esta noticia hasta hoy. ‘Mucha gente estaba enterada pero se resistía a creerlo' - señala él.
El politólogo ruso Sergei Markov sugiere que Moscú, habida cuenta de que se empeña en posicionarse como garante de la estabilidad en el espacio postsoviético, debería asumir con carácter urgente el papel de mediadora en la negociación entre diversos líderes turkmenos, para que el traspaso del poder sea más suave. Los políticos de este país centroasiático, según él, carecen de experiencia en materia electoral y podrían cometer errores catastróficos, por lo cual hace falta ayudarle al pueblo de Turkmenistán a salir del apuro. Markov supone que los representantes de la élite política turkmena aceptarían tal asistencia, pues son conscientes del peligro que implica la deriva hacia una confrontación violenta.
‘Niyazov ha sido más que un dirigente, ha sido un dictador dotado de inmensos poderes personales - recuerda el experto -. Siempre ha estado barajando los naipes políticos y no deja tras sí un equipo fuerte e integrado'.
Bakyt Baketaev, jefe del departamento internacional en el Parlamento kirguiz y experto en asuntos centroasiáticos, opina que ‘la región podría transformarse en una olla, en un hervidero de grandes pasiones'. Los recursos naturales y la posición geopolítica de Turkmenistán harán cruzarse aquí los intereses de muchos países, advierte él. La OSCE y diversas ONG internacionales, en opinión de Baketaev, van a apoyar a la oposición en Turkmenistán para que el país avance hacia los estándares democráticos.
El Gobierno de Turkmenistán, en su comunicado oficial, ha prometido ya mantener la continuidad de la política exterior e interna, cumplir todos los compromisos bilaterales e internacionales
