Ayer el Gobierno aprobó el proyecto de ley que permite a los inversores extranjeros acceder a los sectores estratégicos de la economía rusa.
Los extranjeros ya podrán invertir en las empresas rusas de forma libre, y no ateniéndose a una lista especial como ha sido hasta ahora. El proyecto de ley define un total de 40 sectores como estratégicos. Son las industrias bélica, aeronáutica, espacial y de energía atómica, entre otras. También se enumeran las esferas de influencia de los monopolios naturales.
En el documento, además, se especifican las prohibiciones. La más importante consiste en que no se podrá vender a extranjeros las empresas de propiedad federal. Lo demás podrán comprar, pero con autorización de una comisión gubernamental integrada por representantes de los ministerios del área económica, el departamento militar y los organismos de seguridad. El acceso total al mercado estratégico ruso lo tendrán sólo las compañías privadas. Si la organización inversora es propiedad de un Estado extranjero podrá adquirir como mucho la 'acción de oro' (25%).
El director general del grupo 'FinExpertiza', Agvan Mikaelián, explica que la necesidad de aprobar ese proyecto de ley se debe ante todo al retraso tecnológico que experimentan varios sectores de la economía rusa. "Rusia no necesita inversiones únicamente en forma monetaria -dice el experto-. Son más preferibles las nuevas tecnologías que poseen los extranjeros y que permitirían salir adelante a la mayoría de los sectores que todavía quedan en el nivel de los años 80 del siglo pasado".
En particular, afirma Mikaelián, en Rusia está subdesarrollada la producción de polimetales y su fomento resultaría provechoso para el país. "Otro ejemplo es el sistema ruso GLONASS (Navegación Global vía Satélite) capaz de superar en perspectiva el sistema occidental GPS, pero para ello necesita de tecnologías de navegación", informó el experto.
