En la cumbre de la Organización por la Democracia y el Desarrollo Económico (GUAM que asocia a Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia), inaugurada ayer en la ciudad georgiana de Batumi, brilla por su ausencia el líder moldavo, Vladímir Voronin, escriben en sus ediciones de hoy los diarios rusos Nezavisimaya gaceta y Kommersant.
Este hecho confirma que los esfuerzos de Moscú por resquebrajar desde adentro esa organización surten efecto deseado. En la cumbre informal de la GUAM, celebrada hace poco en Kiev, la parte ucraniana adelantó la iniciativa de crear un centro, encargado de controlar los suministros de gas desde Rusia a la UE a través de Ucrania. Polonia y Lituania ya expresaron el deseo de incorporarse al proyecto en cuestión. Pero es poco probable que Moldavia apoye la iniciativa, afirman los expertos.
"Moldavia pasará a ser el punto flaco de la GUAM, organización de por sí débil, ideada como alternativa a la CEI", dice el analista ucraniano Víctor Nebozhenko. Según sus palabras, el "Kremlin pudo establecer buena relación con Voronin y utiliza a Moldavia para neutralizar a la GUAM y frustrar el proyecto de control internacional sobre los suministros de gas ruso, cuya tapadera geopolítica es GUAM.
La iniciativa ucraniana no proporcionará beneficios algunos a Moldavia, llegaron a la conclusión compartida los expertos en Chisinau. "Ucrania fijó el objetivo de ingresar en la OTAN cueste lo que cueste y no perdonará medios para alcanzarlo. Pero Moldavia podría enfrentarse con tres problemas: reducción de los suministros de gas ruso, alza de precios de este hidrocarburo para Moldavia y ralentización del arreglo del conflicto transnistrio", afirma el director del Instituto Socialdemócrata de Moldavia, Bogdan Tsirdia.
