A EEUU y Rusia les quedan pocos meses para redactar un nuevo acuerdo sobre armas estratégicas ofensivas, en sustitución del tratado START-1 que expira en diciembre de 2009, de manera que intentarán tal vez salirse por la tangente con este tema, escribe hoy la prensa rusa.
Simplemente no hay tiempo para que el posible sustituto, caso de que sea firmado, pase por la ratificación en el Congreso estadounidense, precisó Vladímir Yevséiev, experto en seguridad internacional. Rusia, recordó, insiste en reducir tanto las ojivas nucleares como diversos tipos de vectores pero la Administración de George W. Bush eludía la solución de este problema, de modo que el asunto se fue diluyendo.
La firma del nuevo acuerdo, a juicio del experto, no tendrá sentido para Moscú a menos que se reduzcan los vectores. EEUU puede duplicar en cualquier momento el potencial nuclear equipando sus bombarderos y submarinos con ojivas nucleares que están almacenadas en el marco del tratado START-1. Rusia carece de esta oportunidad, ante todo, porque su parque de vectores está muy desgastado.
Ambas partes se decantan por la idea de prolongar el START-1 sin ratificarlo formalmente, comunicó Yevséiev citando fuentes diplomáticas. Los presidentes de Rusia y EEUU, Dmitri Medvédev y Barack Obama, simplemente se comprometerán a respetar las cláusulas de este documento, por ejemplo, durante la próxima cumbre del G20 en Londres.
La cúpula militar rusa tiene, al parecer, una opinión diferente al respecto. Una fuente anónima del Estado Mayor General declaró a los medios que "el tratado START debería dejar de existir" porque "es extremadamente desventajoso para Rusia en plano militar y no toma en cuenta las realidades de hoy, en primer término, el hecho de que EEUU abandonó el convenio sobre defensa antimisil".
