Moscú, 3 de junio, RIA Novosti. El primer tercio de la carrera profesional de un matemático es el período de su mayor eficacia profesional, comprobaron científicos sin poder explicar el fenómeno pero admitiendo que esto puede ser aplicable para profesores de otras asignaturas, según un informe publicado hoy en la revista Nature.
Un grupo de científicos de la Universidad Noroeste de EEUU bajo la dirección del doctor Luis Amaral, basaron su investigación en los datos tomados del llamado "árbol genealógico de los matemáticos".
El árbol contiene datos sobre más de 7 mil matemáticos, desde los tiempos de Isaac Newton hasta la actualidad, donde el "antepasado" de cada matemático se considera el director científico de su tesis doctoral.
Al estudiar el árbol, los investigadores demostraron que a medida de desarrollo de su carrera profesional como científico, el matemático peor cumple con su misión de profesor.
De acuerdo con la fuente, el número de discípulos preparados por un matemático en el último tercio de su carrera es un 31% menos que en promedio por todo el árbol.
Mientras los discípulos de matemáticos jóvenes se hacen directores científicos en un 37% de los casos más que en promedio.
Al mismo tiempo, resultó que el mayor número de discípulos lo tienen los matemáticos más destacados de la Academia Nacional de las Ciencias de EEUU.
Según los investigadores estadounidenses, a lo largo de su carrera profesional un matemático tiene unos diez estudiantes, y este número no ha cambiado hasta en los años de guerras mundiales, crisis económicas, guerra fría o período de migraciones.
Otro hecho comprobado es que un matemático suele tener más discípulos que su antecesor.
"Debe de ser un rasgo característico de nuestra cultura. Al hacerse una persona importante, uno se ve obligado a supervisar a mucha gente lo que reduce el tiempo que puede dedicar a la educación de una persona concreta. Las consecuencias son desoladoras", dijo uno de los autores de la investigación, Dean Malmgren.
A su vez, su colega, el doctor Julio Ottino subrayó que todavía no están claras las causas de la regularidad descubierta, pero en cualquier caso las conclusiones hacen pensar en los problemas principales de nuestra cultura, uno de los cuales es el problema de traspaso de conocimiento científico y experiencia personal.
