San Petersburgo, 3 de junio, RIA Novosti. La familia de la anciana rusa Irina Antónova, de 82 años, recibió hoy la negativa de las autoridades finlandesas de detener la expulsión de la anciana, que carece de permiso de residencia en Finlandia, informó el portavoz de la familia y activista de derechos humanos, Johan Beckman.
Antónova sufrió un derrame cerebral hace más de dos años que la postró en una silla de ruedas, y fue trasladada por su hija Natalia Kaarik a la residencia de esta última en Helsinki, desde la ciudad rusa de Viborg. La anciana llegó a Finlandia con un visado particular.
Ahora, sobre Antónova pesa una orden de expulsión emitida por el Servicio finlandés de Inmigración, que le denegó el permiso de residencia porque la ley finlandesa no la consideraba una familiar directa de su hija.
La deportación estaba prevista para el 3 de junio, pero fue aplazada ayer. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Andréi Nesterenko, informó que las autoridades finlandesas se proponen deportar a la anciana el 16 de junio.
En Finlandia argumentan que la anciana podrá recibir ayuda y los cuidados necesarios en su patria y que es la propia Kaarik la responsable de la actual situación de su madre por haber emigrado de Rusia hace 20 años.
Las autoridades rusas han prometido ayuda a la mujer discapacitada caso que sea expulsada de Finlandia. Ya se habló de alojarla en un hospital de Viborg y luego trasladarla a un asilo de ancianos.
Durante su visita a Finlandia el 27 de mayo pasado, el jefe del Gobierno ruso Vladímir Putin comentó que las autoridades finlandesas podían acceder a la petición de la familia y permitirle a la mujer discapacitada permanecer en el país.
