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Uno de los mineros atrapados bajo tierra en Chile pide matrimonio religioso a su mujer

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Esteban Rojas, uno de los 33 mineros atrapados en Chile a profundidad de 700 metros, cuando pudo conversar por teléfono con su mujer Jessica Yánez, con la que llevan casados 25 años por lo civil y tienen tres hijos y dos nietos, le pidió formalizar su unión conyugal por la Iglesia, informó hoy CNN.

Moscú, 30 de agosto, RIA Novosti. Esteban Rojas, uno de los 33 mineros atrapados en Chile a profundidad de 700 metros, cuando pudo conversar por teléfono con su mujer Jessica Yánez, con la que llevan casados 25 años por lo civil y tienen tres hijos y dos nietos, le pidió formalizar su unión conyugal por la Iglesia, informó hoy CNN.

"Sigan rezando por nosotros para que salgamos de aquí vivos", dijo Rojas a la esposa, a la que prometió comprar un vestido de novia. Pero la pareja tendrá que esperar la ceremonia nupcial al menos cuatro menos, tiempo que pueden llevar las obras de rescate, en opinión de las autoridades.

El domingo pasado se estableció la comunicación telefónica con los mineros. Cada uno tuvo 20 segundos para decir lo más importante a sus familiares.

Anteriormente, los mineros podían tratar con sus seres queridos sólo con la ayuda de las papeletas que subían a la superficie. Además, los socorristas lograron bajarles una cámara de vídeo, en la que los atrapados filmaron su vida subterránea. Unas secuencias de esa película fueron mostradas por la televisión chilena.   

El derrumbe en la mina de San José, cercanías de la ciudad de Copiapó, desierto chileno de Atacama, a unos 900 kilómetros al norte de Santiago de Chile, se produjo el 5 de este mes de agosto a una profundidad de 700 metros. En la entrañas de la montaña quedaron atrapados 33 mineros.

Los socorristas iniciaron la operación de búsqueda y rescate inmediatamente, no obstante el difícil acceso a la mina dificultó el trabajo. Pasados 17 días desde el accidente, lograron perforar un agujero estrecho en la mina donde debían encontrarse los atrapados, y al sacar la sonda, encontraron una nota en que los mineros informaban que estaban sanos y salvos.

Actualmente, el contacto con los atrapados se mantiene a través de un canal de 15 centímetros de diámetro, por el que se les entregan alimentos, agua, oxígeno, medicamentos y otros objetos de primera necesidad.

Los socorristas planean aumentar el canal hasta 68 centímetros para subir a los mineros a la superficie, pero las labores de perforación pueden llevar hasta cuatro meses.

La semana que viene, a Chile llegarán unos médicos de NASA especializados en mantener la salud de los astronautas durante viajes largos en vehículos espaciales.

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