Los dirigentes de 28 países miembros de la OTAN reunidos el pasado viernes en Lisboa aprobaron el nuevo concepto estratégico de esa alianza proclamando, entre otras cosas, que no amenaza a Rusia.
“La OTAN no representa amenaza alguna para Rusia. Todo lo contrario: aspiramos a la verdadera cooperación estratégica con Rusia y actuaremos de manera correspondiente esperando reciprocidad por su parte”, consta en el documento.
Es la primera vez que la OTAN incluye en su semejante fórmula en su estrategia.
“La colaboración entre la OTAN y Rusia tiene importancia estratégica, pues contribuye a la creación de un espacio común de paz, estabilidad y seguridad”, señala el documento que dedica a Rusia dos artículos, el 33º y el 34º. Afirma que la OTAN y Rusia, a pesar de que discrepan en algunos asuntos, están ligadas de forma indisoluble en el ámbito de la seguridad, por lo cual ambas se verán beneficiadas por una cooperación firme y constructiva, que se sustente en la confianza mutua y tenga un carácter transparente y predecible.
El nuevo concepto destaca que la Alianza desea aprovechar al máximo el potencial del Consejo Rusia-OTAN para consolidar el mecanismo de consultas políticas y la cooperación práctica en “asignaturas donde los intereses de ambas partes convergen, en particular, la defensa antimisil, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la piratería, así como la contribución a la seguridad internacional en el sentido amplio”.
