El proceso de paz en Oriente Próximo está atascado por grave crisis

© RIA Novosti . Sergei PiatakovConferencia “Escenarios y mecanismos para el arreglo en Oriente Próximo”
Conferencia “Escenarios y mecanismos para el arreglo en Oriente Próximo”  - Sputnik Mundo
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Más de 50 políticos, politólogos, diplomáticos y periodistas desde el 9 al 11 de diciembre analizan en Malta el conflicto en Oriente Próximo con minas a proponer variantes de solución a la confrontación más prolongada del planeta.

Más de 50 políticos, politólogos, diplomáticos y periodistas desde el 9 al 11 de diciembre analizan en Malta el conflicto en Oriente Próximo con minas a proponer variantes de solución a la confrontación más prolongada del planeta.

Es obvio que los 17 años del proceso de paz requieren una revisión de expertos, y una discusión como la organizada en el marco de la conferencia “Escenarios y mecanismos para el arreglo en Oriente Próximo” por el Club Internacional de Debates Valdai, instituido por RIA Novosti, el Instituto de Orientalismo (Academia de Ciencias rusa) y el Consejo para la Política Exterior y de Defensa de Rusia.

El proceso de paz en Oriente Próximo está atravesando una grave crisis. Ha degradado hasta el punto en que ahora se habla de negociaciones sobre cómo reanudar las negociaciones. El inicio de contactos indirectos entre las partes en conflicto se considera como un éxito de diplomacia.
Pero la reanudación de negociaciones directas palestino-israelíes está bloqueada por la construcción de asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados, un problema imposible de resolver para los mediadores extranjeros, y en primer lugar para la administración estadounidense.

En las actuales condiciones, Israel no tiene incentivos para avanzar, y Palestina no tiene esa oportunidad. Sin embargo, el mundo descarta la idea de modificar las reglas, exhortando a las partes a seguir con los objetivos fijados en el Tratado de Oslo acordado hace 17 años, que supone un arreglo perentorio mediante negociaciones directas para la  inmediata creación de dos Estados.

Tras el intentando reanimar el diálogo directo hace tres meses, los mediadores extranjeros, así como las partes beligerantes, anunciaron su intención de lograr paz en el curso de un año.

Pero es poco probable. Primero porque el proceso quedó interrumpido un mes después de que arrancara con bombo y platillo. Además, no es la primera vez que los líderes se plantean un plazo fijo. Así, en 2007 en las negociaciones en Annapolis (EEUU) israelíes y palestinos  prometieron poner fin al conflicto en 2008. La Hoja de Ruta para la paz adoptada en 2004 fijó la paz para el año 2005.
El Memorando de Wye River, a propósito, firmado en 1998 por el actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que en ese entonces dijo que la paz se restablecería en mayo de 1999. Pero ni en esa ni en ninguna de las ocasiones las partes cumplieron sus compromisos.

La búsqueda de nuevos caminos hacia el arreglo del conflicto y el análisis de su viabilidad es una tarea primordial. Es difícil predecir qué conclusiones sacarán los expertos del Club Valdai, pero se puede suponer qué variantes para el proceso de paz van a considerar.

La primera variante sería cambiar los métodos de regulación sin renunciar al objetivo de crear dos estados para los dos pueblos. Como alternativa al proceso de negociaciones figura la promulgación unilateral de un estado, la conservación del status quo, o una resolución propuesta  desde fuera.

La segunda variante es cambiar el objetivo del proceso de paz. En vez de dos estados para dos pueblos se puede crear un único estado, por ejemplo.

La mayor parte de ideas tiene un defecto considerable: no toman en consideración los intereses de una de las partes beligerantes, indicando abiertamente quién debe ser el ganador  y quién el perdedor.

Entre tanto, los círculos académicos de Israel llevan 5 años considerando la variante de intercambios territoriales multilaterales, carente de este defecto. Su singularidad consiste en que permite evitar un juego de suma cero, cuando la ganancia de uno se equilibra con las pérdidas del otro. Además, sus autores supusieron que si es tan difícil dividir una franja de tierra estrecha entre  el río y el mar, hay que aumentar el objeto de repartición.

En esencia, el proyecto propone atraer como donantes de territorios los estados vecinos árabes, que obtendrán, a cambio, no sólo la satisfacción por aportar al arreglo del conflicto, sino también ventajas materiales.
El proyecto de intercambios territoriales multilaterales fue representado en sus tiempos con mucha solemnidad y obtuvo muchos comentarios halagüeños. Lo alabó incluso la entonces secretaria del Estado de EEUU, Condoleezza Rice. Pero luego fue relegado al olvido. Ahora, en la época de la crisis de conceptos tradicionales, es posible que vuelva a ser considerado.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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