Un policía mató anoche a un pasajero y causó heridas a otros cinco - todos ellos, cristianos coptos - al abrir fuego en un tren parado en la estación de la ciudad de Samalut, en Egipto, comunicó el Ministerio egipcio del Interior.
El agente pudo escapar del lugar del crimen pero al poco tiempo fue detenido en su casa de Samalut y sometido a un interrogatorio.
La víctima de su agresión es un anciano de 71 años cuya esposa es una de las cinco personas heridas en el incidente. Dos heridos están graves.
De momento no está claro, si el ataque de ayer tuvo motivos religiosos pero es una de las principales versiones que se barajan en la prensa a raíz del atentado contra una iglesia copta en Alejandría que causó 21 muertos y un centenar de heridos en la Nochebuena.
Los coptos representan un 10% de la población total de Egipto, estimada en torno a 80 millones de personas, y son la mayor comunidad cristiana en el Oriente Medio.
Algunos políticos europeos como el presidente francés Nicolás Sarkozy piensan que los cristianos de Oriente Medio se exponen actualmente al peligro de depuraciones religiosas.
