Al menos 267 personas murieron por causa de aludes en el estado de Río de Janeiro, informó la víspera el Servicio de Defensa Civil de la localidad.
Las intensas lluvias que azotan al país carioca provocaron que toneladas de barro y torrentes de agua se deslizaran con fuerza por las laderas montañosas en las afueras de Río.
De acuerdo con información de los socorristas, solo en la ciudad de Teresópolis (al norte de Río) murieron sepultadas 130 personas y más de dos mil personas, refugiadas provisionalmente en escuelas y estadios cerrados, quedaron sin hogares.
El Servicio de Defensa Civil destacó que en las ciudades vecinas de Petrópolis y Nova Friburgo murieron 30 y 107 personas, respectivamente, y que han sido registrados más de 30 derrubios. En las tres ciudades que sufrieron los estragos de los deslizamientos de tierra y torrentes de agua han sido afectados los sistemas de agua potable y de electricidad y las líneas telefónicas han quedado averiadas.
En las operaciones de rescate participan 800 efectivos del Servicio de Defensa Civil local así como un grupo de socorristas especialistas que participaron en la liquidación de los daños que el terremoto del año pasado ocasionó en Haití. Las operaciones de búsqueda de sobrevivientes fueron detenidas por el anochecer del día de ayer y serán reiniciadas desde el amanecer del día hoy (aproximadamente a las 11 horas de Moscú).
El gobernador de Río de Janeiro solicitó ayuda a la Marina del país carioca que proporcionó dos helicópteros para transportar a los socorristas y equipo de rescate a la zona de emergencia.
Según pronósticos meteorológicos, en la zona afectada se repetirá una nueva ola de lluvias, por lo que el Servicio de Defensa Civil y de Rescate
se encuentra en estado de alerta.
