El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, llega este miércoles a Italia en visita de dos días de duración cuya agenda será marcada por la cooperación cultural y humanitaria aunque las partes debatirán también un amplio repertorio de temas políticos y económicos, declaró a la prensa Serguei Prijodko, asesor del mandatario ruso para asuntos internacionales.
“Hemos decidido centrar la agenda esta vez (…) en las componentes cultural y humanitaria de nuestra cooperación”, manifestó Prijodko.
El viaje de Medvédev a Roma coincide con el comienzo del Año de la cultura y la lengua rusas en Italia y el Año de la cultura y la lengua italianas en Rusia. El presidente ruso y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, darán por inaugurado ese gran evento al visitar hoy una exposición de Alexander Deineka, destacado pintor ruso de principios del siglo XX.
En los próximos meses, los italianos podrán conocer numerosas obras maestras de las mejores pinacotecas de Rusia, entre ellas, Hermitage, Museo Ruso, Galería de Arte “Tretiakov” y Museo de Bellas Artes “Pushkin”.
El programa del intercambio cultural entre Italia y Rusia prevé para este año medio millar de actividades conjuntas: exposiciones, festivales, conciertos, encuentros de literatos y lingüistas, señaló Prijodko. El acontecimiento más importante del Año de la cultura italiana en Rusia será una gala del Teatro de La Scala de Milán en el escenario restaurado del Teatro Bolshoi de Moscú, a finales de 2011.
Medvédev se reunirá en Roma con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y aunque los temas culturales marcarán la tónica de esa entrevista, según Prijodko, las partes “debatirán también asuntos internacionales: la arquitectura de la seguridad europea, las relaciones entre Rusia y la OTAN, la defensa antimisil, la lucha contra nuevos retos y amenazas”.
A Moscú, según Prijodko, también le interesa la opinión de Roma sobre los cambios en Túnez y Egipto. Las revueltas populares en el norte de África revisten especial actualidad para Italia que en estas fechas se encara con miles de refugiados ilegales provenientes de esa región.
El encuentro de Medvédev con Berlusconi, previsto para hoy, girará básicamente en torno a la cooperación económica y comercial entre Italia y Rusia, en particular, en el sector energético y la industria aeronáutica. El comercio entre ambos países, según las estadísticas preliminares de la parte rusa, alcanzó el pasado año 36,8 mil millones de dólares, un 11,5% por encima del resultado de 2009.
El asesor del presidente ruso definió como prioritarias las tareas de diversificar el intercambio comercial, consolidar la cooperación industrial e implicar a las empresas italianas de alta tecnología en el proyecto de Skólkovo, una especie de parque nacional de innovaciones que se va creando en las afueras de Moscú.
Italia y Rusia ya promueven varios proyectos conjuntos de gran envergadura como la construcción del gasoducto South Stream a través del mar Negro o el desarrollo del avión de rutas regionales Sukhoi Superjet-100. La parte rusa ya obtuvo un certificado internacional para esta aeronave, así que planteará durante las negociaciones la posibilidad de suministrarla al mercado italiano. Empresas rusas e italianas cooperan también en sectores automotor, ferroviario, aeroespacial, de energía eléctrica y nuclear.
Durante la visita se espera la firma de un convenio intergubernamental para el transporte de efectivos y cargas militares al contingente italiano en Afganistán, a través del territorio de Rusia; un memorando de comprensión mutua entre el ruso Vneshekonombank (VEB) y el italiano Cassa depositi e prestiti (CDP); y un acuerdo de redistribución de participaciones entre las divisiones norafricanas del grupo energético italiano Eni y el ruso Gazprom.
Durante el segundo día de su estancia en Italia Medvédev visitará el Vaticano, donde se reunirá con el Papa Benedicto XVI y el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede. El asesor del presidente ruso dijo que Medvédev y Benedicto XVI tratarán cuestiones relativas al desarrollo de las relaciones bilaterales e interconfesionales, así como “sincronizarán relojes” en lo concerniente a los problemas de política exterior.
La visita del presidente ruso al Vaticano será la primera desde que ambas partes establecieron, en diciembre de 2009, plenas relaciones diplomáticas.
