El servicio exterior de la Unión Europea (UE) rechazó comentar las declaraciones del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, sobre su disposición de deportar a Occidente a todos los presos políticos bielorrusos.
“No comentamos las declaraciones del señor Lukashenko, pero volvemos a insistir no sólo en la liberación de todos los presos políticos en Bielorrusia, sino en su rehabilitación”, subrayó en declaraciones a RIA Novosti una portavoz de la cancillería comunitaria.
El presidente bielorruso declaró la víspera que está dispuesto a deportar “mañana mismo” a la UE a quienes son considerados como presos políticos por Occidente.
“A todos aquellos por los que se preocupan tanto en Occidente, estoy dispuesto a meterlos en un tren o incluso en un avión, que es más rápido, y mandarlos allí para que se queden”, aseveró Lukashenko.
Según el líder bielorruso, está dispuesto a deportar “incluso a aquellos que hoy están protestando en las calles” en contra las medidas económicas del Gobierno.
Recordó además que en Bielorrusia no existe el término “preso político”, porque de las 600 personas que fueron detenidas en las protestas tras las elecciones presidenciales del pasado 19 de diciembre, una treintena fue condenada por los disturbios en base a “pruebas irrefutables, como por ejemplo vídeos grabados por profesionales extranjeros”.
El 19 de diciembre de 2010, la oposición bielorrusa convocó en Minsk una manifestación no autorizada después de que el presidente Alexander Lukashenko fuera proclamado ganador de las elecciones presidenciales celebradas el mismo día.
Los manifestantes intentaron asaltar la sede del Gobierno y se enfrentaron con la policía. Entre los más de 600 detenidos hubo varios ex candidatos a la presidencia.
La UE aprobó a finales de enero sanciones contra 158 funcionarios de Bielorrusia, incluido el presidente Lukashenko, e instó a Minsk a dejar de perseguir a la oposición.
