El que fue “terrorista numero uno”, Osama Bin Laden, no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir la operación llevada a cabo por el equipo secreto SEAL de la Armada estadounidense en las inmediaciones de Islamabad en mayo pasado, reveló un oficial estadounidense que participó en la operación.
“Nunca se cuestionó si había que detenerle o capturarle. La decisión (sobre su eliminación) fue tomada en cuestión de segundos. Nadie quería detenidos”, dijo el oficial de operaciones especiales bajo la condición de anonimato a la revista New Yorker.
En la noche del 1 de mayo de 2011 desde la base aérea en las inmediaciones de Jalalabad (en el este Afganistán), despegaron dos helicópteros Black Hawk MH-60, para iniciar una misión secreta dentro de Pakistán cuyo objetivo era matar a Bin Laden.
Dentro de las aeronaves iban 23 agentes del Equipo Seis (Team Six), un intérprete norteamericano y un perro.
Una vez en el terreno, miembros del comando de fuerzas especiales eliminaron al el mensajero de Bin Laden, Abu Ahmed al-Kuwaiti, quien se encontraba cerca de la casa de huéspedes de la mansión de Bin Laden.
Los militares mataron al hermano de al- Kuwaiti que portaba un fusil kaláshnikov AK-47 y su esposa desarmada.
Después los agentes entraron en el refugio del terrorista más buscado del mundo y asesinaron a su hijo, Khalid, quien, según algunos datos, estaba desarmado en el momento del ataque.
Los SEAL hicieron estallar la puerta que llevaba a la tercera planta e ingresaron en el dormitorio de Bin Laden, donde el saudita se encontraba con dos de sus esposas, a las que, según fuentes cercanas a la operación, utilizó como “escudo humano”.
Fue entonces cuando uno de los militares hirió a una de las mujeres y después apartó a ambas para abrir el camino a su compañero, quien disparó dos veces contra Bin Laden, en la cara y en el vientre. “Por dios y el país – Gerónimo, Gerónimo, Gerónimo”, fueron las palabras que pronunció el agente que disparó a Bin Laden, dando el código que indicaba que el “terrorista número uno” estaba muerto.
“Lo tenemos”, fue la respuesta del presidente de Estados Unidos Barack Obama, quien estaba siguiendo la operación en directo desde la Casa Blanca.
La operación para la eliminación de Bin Laden duró 18 minutos, a contar desde el desembarco de los agentes de EEUU cerca de su residencia. Después, los efectivos del Equipo Seis gastaron otros 20 minutos para recoger toda la información posible en la mansión del principal enemigo de EEUU.
Días más tarde, Al Qaeda confirmó oficialmente la muerte de su líder.
