El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró hoy que una intervención militar de la Alianza en Siria está "totalmente excluida".
"Está totalmente excluida. No tenemos ninguna intención de intervenir en Siria", dijo Rasmussen citado por agencias.
Señaló que las autoridades sirias deben "tomar en consideración las demandas legítimas del pueblo" e "implantar las reformas democráticas".
"Condeno enérgicamente la represión de los civiles en Siria por las fuerzas de seguridad, es algo absolutamente escandaloso", manifestó el jefe de la OTAN.
Comentó que en el caso de Libia, la Alianza asumió el mando de la operación militar en ese país porque recibió un claro mandato de las Naciones Unidas y contó con el apoyo de los países de la región.
El presidente sirio, Bashar Asad, declaró ayer que la repetición del "guión libio" es imposible en Siria y que "cualquier escenario semejante al libio costará caro a sus autores".
Las protestas antigubernamentales en Siria no cesan desde marzo pasado. Según datos de la ONU, los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden ya causaron más de 3.000 muertos.
La oposición exige la renuncia del presidente Bashar Asad. También lo exigen la Unión Europea y EEUU, que han impuesto sanciones económicas contra Siria.
Rusia y China vetaron el 4 de octubre el borrador de una resolución que amenazaba a Siria con sanciones internacionales en el Consejo de Seguridad de la ONU y podía hacer posible la repetición del "guión libio" en ese país.
