El primer ministro ruso Vladímir Putin confesó este miércoles que, de joven, había soñado con la carrera de espía, no con la presidencia, aunque tampoco se arrepiente de haber ocupado la jefatura del Estado en 2000-2008.
“Fui lo que había querido ser. Mi deseo era trabajar en las estructuras de inteligencia externa”, declaró Putin cuya carrera se había iniciado en el seno de la poderosa KGB.
Afirmó no haber hecho nada para ello: “Un año antes de la promoción me llamaron, un oficial de la Dirección se entrevistó conmigo, me preguntó si me interesaba ese trabajo y le dije que sí”.
Al mismo tiempo, reconoció que jamás se le había ocurrido convertirse en jefe del Estado. “Pero no me arrepiento porque es una oportunidad de servir a tu país, al pueblo, realizarse. Ver resultados reales es especialmente agradable”, dijo Putin al comparar esa labor con la de un constructor que llega a un solar vacío y erige un edificio allí.
“Me gustaría mucho que se quedara el edificio sólido de la Rusia moderna tras mi trabajo”, señaló.
El primer ministro hizo esas confesiones al reunirse hoy con jóvenes juristas que actuarán de observadores independientes en las elecciones presidenciales del próximo 4 de marzo. Putin se postula por el partido gobernante Rusia Unida, y si gana en las urnas, será el primero en ocupar la presidencia por tercera vez.
La Constitución en vigor impide ejercer este cargo por más de dos plazos consecutivos, así que en los comicios de 2008 Putin respaldó la candidatura de Dmitri Medvédev y aceptó trabajar con él en calidad de primer ministro. Ahora es Medvédev quien rehúsa buscar la reválida y se declara dispuesto a encabezar el Gabinete, si Putin sale elegido.
