El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, descartó hoy la posibilidad de apoyar un embargo sobre el suministro de armas a Siria.
“Afirmamos categóricamente que no aceptaremos embargo alguno, ni por asomo”, manifestó Churkin en el transcurso de una videoconferencia con Nueva York organizada por RIA Novosti.
Recordó que el material suministrado por Rusia a Siria, tal y como señaló la víspera el canciller ruso Serguei Lavrov, “no es el que podría usarse para disparar contra manifestantes”.
Churkin dejó claro también que Moscú vetará en el Consejo de Seguridad de la ONU cualquier “texto que considere equivocado y que pueda agravar el conflicto”.
Al mismo tiempo, declaró que Rusia planea trabajar con las naciones árabes para organizar en Moscú negociaciones entre el Gobierno y la oposición de Siria, e impulsar un proceso de arreglo político bajo los auspicios de la Liga Árabe.
Rusia defiende en la ONU un anteproyecto de resolución sobre Siria que es demasiado blando a juicio de Occidente. El borrador alternativo, presentado por Marruecos, reproduce la actitud occidental hacia el conflicto en Siria y exige la dimisión del presidente Bashar Asad. También habla de introducir sanciones y embargo de armas contra Damasco, dos elementos que Moscú considera inaceptables.
Según las estimaciones de la ONU, más de 5.400 personas murieron en Siria desde marzo pasado a causa del conflicto entre el actual régimen y sus oponentes.
