La oposición siria está formada hoy por la oposición externa, la oposición interna y la oposición armada.
OPOSICIÓN EXTERNA
La oposición externa tiene como estructura principal el Consejo Nacional Sirio (CNS) creado en octubre de 2011. Su dirigente, Burhan Galyun, afirma que el CNS abarca el 60% de todas las fuerzas opositoras.
Recientemente fue anunciado en Estambul la creación de otro "destacamento" de la oposición siria, el Movimiento Democrático por los Cambios. Fue encabezado por el conocido activista de derechos humanos Ammar Al-Qurbi, cuya postura no coincide del todo con la del CNS.
La oposición externa se niega a dialogar con el régimen del presidente sirio Bashar Asad y exige su renuncia inmediata y la transferencia del poder al vicepresidente Faruk Al-Sharaa para el período de transición.
OPOSICIÓN ARMADA
El potencial de la oposición intransigente incrementó tras la creación del Ejército Libre de Siria (ELC) al mando del coronel Riad Al-Asaad, que se encuentra refugiado en Turquía. Según sus declaraciones, el ELC integra a 30.000 militares que desertaron del Ejército regular por considerarlo responsable de crímenes contra el propio pueblo. A principios de diciembre de 2011, representantes del Consejo Nacional Sirio y del Ejército Libre de Siria acordaron "establecer canales permanentes para comunicación y coordinación de las acciones".
OPOSICIÓN INTERNA
La estructura principal de la oposición interna es el Comité Coordinador Nacional por el Cambio Democrático (CCNCD), creado en junio de 2011. Su coordinador principal es Hassan Abdel Azim, que cuenta con el apoyo de opositores "veteranos" como Haytham Manna, Aref Dalila y Michel Kilo.
El CCNCD incluye varias organizaciones de izquierda y de corte nacionalista, así como partidos kurdos y disidentes independientes. Las posturas del Comité y del Consejo Nacional Sirio coinciden en muchos aspectos aunque no se ha logrado todavía ningún acuerdo.
Entre otras agrupaciones de la oposición interna vale destacar el Movimiento para la Construcción del Estado Sirio y el Frente Popular por el Cambio y Liberación, que se pronuncian por el diálogo con las autoridades y rechazan cualquier injerencia extranjera en los asuntos internos del país.
