El empresario ruso Víctor Bout, sentenciado a 25 años de cárcel en EEUU por un intento de vender armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), descartó hoy la posibilidad de pactar con la Justicia estadounidense para abreviar su condena.
“¿Qué voy a confesar, si no he cometido nada? Es un asunto de principios. No aceptaré ningún pacto ni haré confesiones algunas”, afirmó Bout en el transcurso de una videoconferencia entre Nueva York y Moscú.
El empresario, al que van a trasladar a una cárcel de máxima seguridad en uno o dos meses según los abogados, se mostró convencido de que el Gobierno ruso es capaz de acelerar su repatriación.
“Si Rusia aclara lo sucedido y habla en un tono lo suficientemente confiado y drástico, volveré muy pronto a casa”, dijo.
Rehusó contestar sin embargo, si está contento con la defensa que Rusia le proporcionó hasta la fecha.
El pasado 5 de abril, el Tribunal Federal de Nueva York condenó a Bout a 25 años de cárcel más el abono de 400 dólares por asesoramiento y la confiscación de bienes por 15 millones de dólares, el equivalente de la transacción que este empresario, etiquetado por la prensa occidental como el “Mercader de la Muerte”, planeaba supuestamente cerrar con las FARC.
Bout calificó de “flagrante violación y profanación de la Justicia” ese veredicto. Aprovechó la ocasión para dirigirse a la Cámara baja del Parlamento ruso y sugerirle que Rusia presente en nombre suyo una demanda internacional contra EEUU y Tailandia, país que le detuvo y luego le extraditó a la Justicia estadounidense.
También propuso formar una comisión parlamentaria para esclarecer la verdad sobre sus “míticos seis mil millones de dólares” que “el Departamento del Tesoro estadounidense dice haber embargado y ahora procura confiscar US$15 millones por resolución judicial”.
