Funcionarios del Kremlin ultiman estos días los preparativos para la tercera investidura de Vladímir Putin, prevista para el lunes 7 de mayo.
“La ceremonia de este año será idéntica a las ediciones anteriores, el procedimiento y el orden serán los mismos, no cabe esperar nada sensacional”, aseguró la víspera Gueorgui Vilinbájov, jefe del Consejo Heráldico de Rusia.
Descartó que el presidente electo se líe con detalles protocolarios. “Él conoce la ceremonia. No hay cabida para confusiones, aunque uno lo quiera”, dijo.
Putin, quien cumplirá 60 años el próximo 7 de octubre, fue investido presidente de Rusia en dos ocasiones: en 2000 y en 2004. No pudo presentarse a una reválida en 2008, habida cuenta de que la Constitución rusa en vigor impide ocupar la jefatura del Estado durante más dos mandatos consecutivos. Se desempeñó como primer ministro durante el gobierno de su sucesor, Dmitri Medvédev, con quien intercambiará de puestos dentro de poco. Esta vez, Putin volverá al Kremlin con un mandato extendido de cuatro a seis años gracias a una enmienda constitucional que el Parlamento de Rusia aprobó a finales de 2008.
Unos 2.000 invitados presenciarán el próximo lunes la ceremonia de toma de posesión pero no se prevé la asistencia de estadistas extranjeros.
Hacia el mediodía, el presidente electo llegará al Gran Palacio del Kremlin cuyo comandante le dará parte a la entrada. Subirá por la escalera principal y, tras pasar por una antecámara y las salas de San Jorge y San Alejandro, entrará en la suntuosa sala de San Andrés, antigua sala de trono de los zares. Una vez allí, el jefe del Tribunal Constitucional le pedirá que jure el cargo, rito que marca el momento de la investidura y se celebra con un ejemplar único de la Carta Magna guardado habitualmente en la Biblioteca Presidencial. Al tomar posesión del cargo, el jefe del Estado pronunciará el discurso de investidura. Sobre la cúpula de su residencia en el Kremlin, entretanto, se izará el estandarte presidencial y se interpretará el himno nacional.
Treinta salvas de artillería, número máximo en la jerarquía rusa de honores militares, rendirán homenaje al nuevo presidente, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas según la Constitución.
Con ello se dará por concluida la ceremonia oficial de investidura. El presidente se dirigirá a la sala de San Vladímir; de allí, a la antesala del Palacio de las Facetas; y, finalmente, a la llamada Escalera Roja para pasar revista al desfile del Regimiento Presidencial.
Por vez primera, la ceremonia será transmitida en directo por seis canales de televisión rusa, el doble en comparación con las ediciones anteriores.
