La oposición rusa prepara protestas para el día de la fiesta nacional

© RIA Novosti . Ramil Sitdikov / Acceder al contenido multimediaSergéi Udaltsov
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Uno de los líderes de la oposición extraparlamentaria rusa, Sergéi Udaltsov, anunció recientemente su disposición de organizar el próximo 12 de junio, Día de Rusia, acciones de protesta sin el correspondiente permiso.

Uno de los líderes de la oposición extraparlamentaria rusa, Sergéi Udaltsov, anunció recientemente su disposición de organizar el próximo 12 de junio, Día de Rusia, acciones de protesta sin el correspondiente permiso.

Los politólogos coinciden en que dicha declaración de momento no es otra cosa que un intento de ejercer presión en las autoridades durante el proceso de negociaciones. Sin embargo, prosiguen, es evidente la tendencia hacia la radicalización del movimiento de protestas y hacia una reacción más severa por parte de los organismos de mantenimiento de orden público ante la violación de la ley.

El pasado 2 de junio los organizadores de la llamada “Marcha de los millones” organizada el 6 de mayo y del mitin a favor de la celebración de un referéndum sobre la disolución del Gobierno de Moscú, se reunieron a puerta cerrada para elaborar una estrategia a seguir. El mismo día por la tarde se celebró otra reunión a la que acudieron más participantes.

Lo que más llamó la atención fue la declaración de Sergéi Udaltsov, que manifestó estar dispuesto a organizar acciones de protesta no sancionadas en caso de no poder llegar a una fórmula de compromiso con las autoridades.

Los expertos subrayan el carácter provocador de esta declaración y advierten de que el proyecto de ley sobre aumento de las multas a los participantes de los mítines podría complicarle la vida a la oposición.

“No abandonaremos el centro”

Anteriormente el comité organizador de la “Macha de los millones” presentó a las autoridades de Moscú la pertinente solicitud para que la manifestación por ellos convocada pudiera pasar por la céntrica calle Tverskaya y reunirse en mitin en la plaza Borovítskaya. En la solicitud se indicó que, según datos preliminares, acudirían a la acción de protesta hasta 50.000 personas.

El itinerario no fue aprobado y a la oposición se le propuso otro bastante menos céntrico. La proposición fue rechazada con vehemencia: “La orilla del río Moskova, por la cual se nos propone pasar, nos serviría solo para hacer propaganda entre los peces del río. Lucharemos por poder manifestarnos dentro del Anillo de los Jardines, no nos marcharemos del centro”, declaró Sergéi Udaltsov ante los activistas de la oposición reunidos el pasado 2 de junio. La mayoría levantó la mano expresando estar de acuerdo.

Ambas partes se muestran poco flexibles

“La declaración de Udaltsov pone de manifiesto el carácter claramente provocador de sus actos. No le importan ni la seguridad de los ciudadanos ni la estabilidad de la situación política en el país, lo primordial para él es conseguir sus propios objetivos”, señaló a RIA Novosti el director general de la Agencia de Comunicación Política y Económica, Dmitri Orlov. Sigue demostrando el mismo modelo de comportamiento, lamentó: “Este modelo no sufrió modificación alguna ni siquiera después de las trágicas consecuencias de la acción del pasado 6 de mayo, cuando los llamamientos de Udaltsov provocaron enfrentamientos con la policía y víctimas por ambos bandos”.

Este tipo de declaraciones se han hecho ya habituales en las negociaciones con las autoridades, una especie de intento de presionarlas, opina el presidente del Instituto de Estrategia Nacional, el politólogo Mijaíl Rémizov. “Dan a entender que parte de los líderes de la oposición no descarta la posibilidad de enfrentamientos con la Policía”. Mientras tanto, la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) está sometiendo a consideración las enmiendas a la ley sobre la celebración de mítines.

“Las enmiendas formuladas podrían complicarle la vida y mucho a los representantes de la oposición. De modo que les resultará más tentador jugarse el todo por el todo, creando unos precedentes mediáticos y unos problemas políticos de tal envergadura que el poder pueda ver peligrar su reputación”, explicó el experto.

Los descontentos y los desobedientes

Al pronunciar un discurso el pasado 2 de junio, Sergéi Udaltsov -que coordina las actividades del Frente de Izquierdas- se mostró seguro de que el próximo 12 de junio se sumará a la acción de protesta más o menos la misma cantidad de gente que la que acudió el 6 de mayo a la “Marcha de los millones”. Aquella manifestación marcó un hito en la historia del movimiento de protesta en Rusia, dado que por primera vez la acción no tuvo carácter pacífico, hubo arrestos masivos, enfrentamientos con los efectivos de las unidades de misiones especiales y lesionados por ambos bandos.

Los expertos no comparten la seguridad de Udaltsov de que las masas vayan a acudir a la manifestación del 12 de junio. “A mi modo de ver, una acción no sancionada no reunirá gran número de participantes. Muchos de aquellos que acudieron el 6 de junio a una marcha pacífica y se vieron envueltos en enfrentamientos con la policía no volverán. Gente más agresiva, especialmente preparada y dispuesta a usar la fuerza, que no fue poca en la acción del 6 de mayo, sin lugar a dudas vendrá. Udaltsov será capaz de sacar a las calles a unas mil personas”, pronostica Dmitri Orlov.

Hasta ese momento la coordinación de las acciones era una importante condición para su carácter masivo. Es difícil predecir cómo reaccionará la gente que suele acudir a acciones de protesta a la introducción de unas normas más estrictas en los mítines callejeros. No se puede descartar que a modo de respuesta la gente se precipite en masa a las calles, opina Mijaíl Rémizov. El experto subraya que en la actualidad ha aparecido un nuevo punto de la agenda por el que protestar, el propio derecho de celebrar libremente acciones de protesta masivas.

Todavía no ha habido punto de inflexión

Sin embargo, los expertos creen que no ha habido punto de inflexión, de modo que los acuerdos son todavía posibles. “Las autoridades de uno u otro modo encontraban soluciones racionales, porque es evidente que la prohibición de celebrar un mitin bajo unos motivos tan traídos por los pelos es una limitación de los derechos del ciudadano”, explica el Presidente de la Fundación “Política de San Petersburgo”, Mijaíl Vinográdov.

“Las autoridades habrían de actuar con la misma cautela que durante los numerosos mítines del invierno pasado”, cree Mijaíl Rémizov. “Entonces, precisamente gracias a esta cautela se pudo evitar el desequilibrio de la situación política e incluso más tarde reducir la intensidad del movimiento de protesta”, concluye.

En opinión del experto, la mayor parte de la gente que se lanza a las calles está más interesada en participar en acciones pacíficas, porque en estas condiciones se sienten más cómodos que en una situación de presión por parte de la policía.

“Si la situación sigue el rumbo de la radicalización, tanto las autoridades como la oposición acabarán adoptando posturas irreconciliables, lo que reducirá las posibilidades de una protestas moderadas. Sería un guión muy indeseado para la sociedad rusa”, subraya Mijaíl Rémizov.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

 

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