Ventajas y desventajas del ingreso de Rusia en la OMC

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Por fin ha llegado a su término el maratón de casi 20 años del ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Por fin ha llegado a su término el maratón de casi 20 años del ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso) ratificó el pasado martes 10 de julio en una sesión plenaria el protocolo sobre la adhesión de Rusia a este organismo internacional. Rusia debe finalizar el proceso de ratificación del protocolo sobre su adhesión a la OMC, incluida la firma por el presidente, antes del próximo 23 de julio. Es improbable que durante este tiempo cambie nada, por lo tanto en agosto el país será miembro de pleno derecho de la OMC.

Los 'pros': la OMC estimulará la modernización

A pesar de haberse resuelto a nivel gubernamental e internacional, la cuestión del ingreso de Rusia en la OMC provocó polémicas tanto entre la comunidad empresarial como en el parlamento ruso. Y tanto los adversarios como los partidarios de este paso presentan una argumentación de su postura.

El actual presidente ruso, el entonces primer ministro Vladimir Putin, indicó en su informe sobre la gestión del gobierno de 2011 que la adhesión de Rusia a la OMC se traducirá en un estímulo para la modernización económica del país. “Estoy seguro de que estratégicamente la participación en la OMC significa un fuerte estímulo para el desarrollo innovador y dinámico de nuestra economía”, dijo Putin. Además, señaló que si la competitividad aumenta será bueno para el mercado nacional: “Un mercado transparente y más competitivo beneficiará a los ciudadanos de Rusia y estimulará al productor nacional a seguir avanzando”.

El actual primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, también apoyó el ingreso y expresó su esperanza de que el potencial de la OMC contribuya a frenar el desarrollo de las crisis locales y a garantizar una estabilidad económica a nivel mundial.

El viceprimer ministro de Rusia, Ígor Shuválov, que estaba encargado de supervisar personalmente el proceso de negociaciones, aseguró en abril de este año que la participación en la OMC no se convertirá en una carga demasiado pesada para el sector automovilístico nacional, ni tampoco para el agrícola, ya que el gobierno se comprometió a prestar a estos sectores toda la ayuda posible dentro de las normas de la organización.

Los expertos del Ministerio ruso del Desarrollo Económico califican de positivo este paso señalando que “la ventaja más evidente para el consumidor es el descenso del coste de vida debido a la supresión de barreras comerciales. Esto hará que se abaraten los productos y servicios importados pero también los de fabricación nacional, sobre todo los artículos que contienen componentes importados”.

Sin embargo, Maxim Medvedkov, jefe de la delegación rusa en las conversaciones sobre el ingreso en la OMC, había explicado en su momento que los precios empezarían a bajar al cabo de tres ó cinco años. Solo para una tercera parte de productos la baja se producirá en el momento del ingreso de Rusia en la OMC. Se debe al descenso de los aranceles aduaneros hasta niveles de antes de la crisis. En particular, los aranceles de importación sobre los turismos nuevos bajarán del 30% al 25%.

De acuerdo con los compromisos adquiridos, el valor medio de los aranceles sobre las importaciones bajará de un 9,5% a un 7,8%, aunque para la mayoría de los sectores se introducirán periodos de transición, algunos de los cuales dificultan el acceso al mercado desde el mismo momento de la adhesión.

Maxim Medvédkov advirtió además que el presupuesto federal de Rusia al término del período de transición de siete años, podría perder unos 240.000 millones de rublos (unos 8.000 millones de dólares) a causa del descenso definitivo de los aranceles de importación previsto por los acuerdos sobre la adhesión de Rusia a la OMC. Al mismo tiempo el funcionario subrayó que esto pasaría si se mantuvieran en el nivel actual los volúmenes del comercio, que según él habrán aumentado de manera notable para entonces.

El presidente de la Fundación Skólkovo, Víctor Vekselberg comentó en una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa RT que el gobierno contribuiría a promover los productos rusos en los mercados exteriores, lo cual sería uno de los principales objetivos de la política económica exterior del país.

El vicepresidente de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios, Igor Yurgens, está seguro de que tras su ingreso en esta organización internacional Rusia recibirá 2.000 millones de dólares anuales durante varios años gracias a la anulación de las resoluciones 'antidumping'. Asimismo espera que los inversores extranjeros, al recibir garantías adicionales como la participación de Rusia en la OMC, se muestren más interesados en financiar la economía nacional.

Los 'contras': las empresas rusas se quedarán sin nada

Los adversarios del ingreso de Rusia en la OMC presentan sus propios argumentos. El diputado por el partido Rusia Justa Mijaíl Yemeliánov en una de las sesiones parlamentarias formuló las siguientes preguntas: “¿Dónde encontraremos recursos para modernizar la economía y elevar la rentabilidad de las empresas productoras? ¿Pediremos un crédito? ¿Pero quién concederá un crédito a empresas deficitarias?”

El presidente de la asociación de productores de maquinaria agrícola, Konstantin Babkin, cree que “las condiciones de la entrada de Rusia en la OMC obligan a los expertos agrícolas a pronosticar consecuencias drásticas para el sector. Los impuestos sobre la maquinaria agrícola bajarán de forma radical y el mercado de Rusia se llenará de máquinas extranjeras de segunda mano. Mientras tanto, nuestro país no tendrá ninguna posibilidad de aumentar las exportaciones. Nuestras empresas dejarán de ser rentables”. Konstantin Babkin calcula que las pérdidas originadas por el ingreso de Rusia en la OMC ascenderán a 1,5 billones de rublos (50.000 millones de dólares) al año.

Según el exdiputado de la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso), Vadim Varshavski, si Rusia no hubiera entrado en la OMC, en 10 años los fabricantes nacionales de productos de cerdo habrían podido cubrir un 95% de consumo interno. Pero ahora las fábricas del sector agrícola que no se han modernizado todavía no serán rentables y se verán obligadas a cerrar, lo que aumentará la cantidad de desempleados.

Los expertos temen que cuando Rusia forme parte de la OMC le resulte imposible realizar el control sanitario de productos alimenticios de importación, que a su vez será “incontrolable”. “Rusia de hecho renuncia a las medidas de protección integral de su mercado doméstico, por ejemplo, no podremos restringir las importaciones”, comenta el director del Instituto de Problemas de la Globalización, Mijaíl Deliaguin.

El presidente de la consultoría rusa Neokon, Mijaíl Jazin, duda de que la participación de Rusia en la OMC contribuya a captar inversiones extranjeras: “La mano de obra en el país no es la más barata, no está nada claro que los inversores tengan que fabricar su producto aquí y no en China o Indonesia, donde el negocio resulta más rentable”.

Los adversarios de la OMC presentaron incluso una solicitud al Tribunal Constitucional que exigía verificar que el protocolo sobre la adhesión de Rusia a la OMC no contradice la Constitución nacional. El pasado 9 de julio el Tribunal dictaminó que no se observan violaciones constitucionales en la firma del documento.

Una mirada desde fuera

El eurocomisario de Comercio, Karel De Gucht, en una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa RT se mostró algo escéptico con respecto a la adhesión de Rusia a la OMC. “No creo que Rusia consiga repetir el éxito de China. Allí se está formando una economía muy diversificada, mientras que en Rusia se basa en determinados sectores”, dijo él. El funcionario señaló que ser miembro de la OMC podrá ser ventajoso para el país en el caso de que opte por la modernización. “El posible que Rusia avance en el camino hacia la modernización que supone el desarrollo de nuevos sectores. En este caso se beneficiaría del acuerdo con la OMC. Pero todo depende de la estrategia que elija el Kremlin”, apuntó De Gucht.

La agencia internacional de calificación crediticia Moody's emitió un informe donde se analizan los efectos del ingreso de Rusia en la organización internacional. Los expertos de Moody's pronostican que las empresas minoristas saldrán ganando mientras los fabricantes de maquinaria agrícola e industrial se verán perjudicados.

“Los acuerdos de la adhesión de Rusia a la OMC prevén reducción de aranceles de importación del 10% al 7,8%, lo cual debe mejorar la situación del consumidor, estimular la demanda y ayuda a las grandes empresas importadoras”, dice el informe.

“Sin embargo, creemos que la entrada del país en la OMC afectará negativamente a los fabricantes nacionales de maquinaria agrícola e industrial”, aceptan los expertos de la agencia internacional.

Al mismo tiempo los analistas de Moody's afirman que este paso debe contribuir a crear un clima favorable para las inversiones extranjeras y nacionales.

“Para compensar los efectos negativos que la entrada en la OMC tendrá en ciertos sectores, Rusia dispone de muchas herramientas, como por ejemplo el programa de estimulación de inversiones privadas, subvenciones en la agricultura, facilidades fiscales. No obstante, el nivel de apoyo depende de la decisión de las autoridades y de la política económica”, dice el informe de Moody's.

Resumen

El investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Estatal de San Petersburgo, Vadim Kapustkin, resumió los pros y los contras de la adhesión de Rusia a la OMC.

Ventajas:

1. Rusia podrá participar en el proceso de elaboración de las normas del comercio mundial.

2. El aumento de la competición en el mercado nacional hará que bajen los precios de muchos productos y servicios, a la vez que aumente su calidad y variedad.

3. Los exportadores rusos tendrán menos restricciones para vender sus productos en el extranjero.

4. La adhesión a la OMC obligará a los agentes del mercado ruso a actuar de manera más transparente, ya que serán controlados no solo por las autoridades rusas sino también por otros estados.

5. Rusia será un destino más atractivo para las inversiones extranjeras.

Desventajas:

1. Los productores nacionales que usan tecnologías obsoletas y resultan ineficientes se verán obligados a abandonar el mercado por falta de competitividad. No se trata solo del cierre de empresas sino de la pérdida de puestos de trabajo e ingresos por impuestos.

2. En las ciudades donde más de 25% de la población trabaja en una empresa grande se producirá una crisis social en el caso de cierre de esta empresa.

3. La adhesión a la OMC podrá conducir a la desaparición de algunos sectores económicos por falta de competitividad. Puede ser el caso de la fabricación de aviones civiles.

4. Se endurecerá el control sobre los derechos de propiedad intelectual. Los productos auténticos, naturalmente, costarán más.

5. Con la reducción de aranceles de importación el presupuesto nacional perderá parte de ingresos.

En agosto, cuando Rusia se convierta en el miembro de la Organización Mundial de Comercio, nada cambiará en la vida económica del país. Los cambios vendrán poco a poco, y en adelante la vida misma dará la respuesta definitiva sobre las ventajas y desventajas de este paso.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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