Al menos tres personas murieron hoy y una veintena más resultaron heridas al explotar un autobús con turistas israelíes cerca del aeropuerto de Burgas, en la costa búlgara del mar Negro, según las fuentes policiales citadas por la prensa internacional.
El número exacto de las víctimas aún está por definir. El diario israelí Haaretz, que cita a la televisión búlgara, habla de siete muertos.
Según los medios citados por el portal israelí Ynet, un terrorista suicida subió a uno de los tres autobuses que iban a trasladar a turistas israelíes y detonó su cinturón de explosivos cuando en el vehículo había unas 45 personas. El alcalde de Burgas, Dimitar Nikolov, citado por Haaretz, dijo entretanto que los explosivos fueron colocados en el maletero del vehículo. El lugar del presunto atentado está precintado por la Policía, según la cual varios autobuses más sufrieron daños a raíz de la explosión.
El aeropuerto de Burgas, según diversas fuentes, fue cerrado a raíz del accidente, y los vuelos, redirigidos a Varna.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó que “todo apunta a Irán” en la explosión de Burgas, al agregar que este ataque sigue a otros, similares, que tuvieron lugar en los últimos meses en India, Georgia, Tailandia, Kenia y Chipre.
“Es un ataque del terrorismo iraní que se extiende por el mundo”, dijo. Acto seguido, prometió que “Israel dará una respuesta fuerte al terrorismo iraní”.
