La Casa Blanca y Exteriores de Gran Bretaña lanzaron críticas contra Rusia y China por vetar este jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU el anteproyecto de una resolución que amenazaba con sanciones a Siria.
“Ellos (Rusia y China) se encuentran en el lado opuesto al pueblo sirio, el lado opuesto a la esperanza por la paz y la estabilidad en la región. Es muy doloroso que hayan tomado una decisión así”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, declaró a su vez que Londres considera que “la decisión de Rusia y China de vetar la resolución es imperdonable e injustificada. A la hora de plasmar en hechos las declaraciones sobre la necesidad de frenar la violencia, que habían apoyado, ellos se abstienen. Dieron la espalda al pueblo sirio en una hora difícil”.
Hague recordó asimismo que el anteproyecto de la resolución se refería al artículo 41 de la Carta de la ONU sobre la inadmisibilidad de una intervención militar. “Por tanto, no tenían ningún motivo para vetar la resolución por temor a una intervención militar”, dijo.
El borrador de la resolución, presentado por Gran Bretaña, obtuvo 11 votos en favor, dos en contra y dos abstenciones. El texto amenazaba a las partes en conflicto con el capítulo 7 de la Carta de la ONU, es decir, una posible intervención militar para cesar la violencia que desde marzo de 2011 se cobró más de 16.000 víctimas, según declaró la víspera el embajador colombiano Nestor Osorio, presidente de turno del Consejo de Seguridad.
El resultado de la votación, prevista inicialmente para ayer, pone en tela de juicio el futuro de la Misión de Observación de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) cuyo mandato inicial de 90 días expira el próximo viernes. Un anteproyecto alternativo, presentado por Rusia, recomendaba extender por 45 días el mandato de la UNSMIS.
Según el embajador ruso ante la ONU Vitali Churkin, las naciones occidentales se negaron a trabajar con el borrador ruso, por lo que Moscú decidió no someterlo a votación.
“Pensamos que la ulterior confrontación en el Consejo de Seguridad de la ONU sería inútil y contraproducente, así que nos abstendremos de poner a votación nuestro anteproyecto de resolución”, explicó el diplomático ruso. Lo más correcto ahora, según él, sería adoptar “una resolución breve y despolitizada” por un plazo indefinido.
Moscú y Pekín vetaron las sanciones contra Damasco en octubre de 2011 y en febrero de 2012. Rusia declaró en más de una ocasión que no dejará reeditar en Siria lo ocurrido en Libia e insistió en que los sirios decidan su futuro por cuenta propia, mediante un amplio diálogo nacional y sin injerencia foránea.
