Una nueva jornada de huelga general contra las medidas de ajuste que prepara el Gobierno de Grecia paralizó este miércoles al país heleno, afectando tanto al sector público, como privado, y cortando el tráfico ferroviario y marítimo en el país durante 24 horas.
Según los sindicados, los controladores aéreos también se sumaron al paro, aunque suspendiendo sus actividades sólo por tres horas, lo que ya obligó a cancelar una treintena de vuelos en el aeropuerto de Atenas.
El transporte público de la capital griega, incluyendo el metro, los autobuses y los trolebuses, cursará entre las 9:00 y las 21.00 hora local, y sólo los tranvías circularán hasta la medianoche.
Además, este miércoles no han abierto las oficinas públicas, los bancos, las universidades, las notarías y numerosos comercios, así como los museos y monumentos arqueológicos en todo el país.
En la capital se han convocado varias manifestaciones, por lo que las autoridades han reforzado la presencia policial en el centro urbano ante posibles disturbios.
Las protestas de hoy van contra el plan de austeridad en el que trabaja el Gobierno y que, según está previsto, podría alcanzar los 12.000 millones de euros (más del 5% del PIB griego) en los próximos dos años.
Grecia necesita esta nueva tanda de recortes para ponerse al día en el calendario de ajuste impuesto por sus acreedores internacionales como condición para acceder al próximo tramo de ayudas por 31.000 millones de euros.
