El empresario italiano Marcello Di Finizio después de casi 30 horas de permanecer encaramado en la cúpula de la Iglesia de San Pedro en el Vaticano en protesta por los planes del gobierno de introducir licencias de comercio en las playas del país, descendió a la tierra, informó la agencia de noticias ANSA.
Di Finizio que el martes por la tarde como cualquier otro párroco ingresó a la Basílica, para luego permanecer 28 horas encaramado en la cúpula de la Iglesia de una altura de unos 130 metros, explicó que su acción fue en protesta contra los planes del gobierno de introducir licencias de permiso para comerciar en las playas italianas.
El empresario que es dueño de uno de los bares de su región de origen Trieste y propietario de un negocio de sombrillas y tumbonas para playa, reveló que aceptó abandonar la cúpula de la famosa Iglesia después de que el gobierno aceptó cumplir sus condiciones, en particular, convocar a una reunión con los representantes del comercio en las playas.
El quejoso que durante su acción llevó consigo una pancarta en la que se leía “Ayúdenme” “Basta Monti” “Basta Europa” “Basta de transnacionales”, reveló que durante el tiempo que permaneció en la cúpula habló por teléfono con dos ministros del gobierno de Mario Monti, que le manifestaron su disposición de reunirse con él tan luego descendiera de la cúpula.
El descenso de Di Finizio fue auxiliado por miembros de la gendarmería del Vaticano, quienes en las próximas horas podrían entregar al manifestante a las autoridades italianas.
