El gasoducto South Stream que unirá a Rusia con los países balcánicos y Europa Central por el fondo del mar Negro, puede alcanzar su capacidad proyectada de 63.000 millones de metros cúbicos ya en 2018, según un nuevo plan del consorcio ruso Gazprom, compañía operadora de la tubería.
El plan revisado prevé que en 2016 el gigante gasista exporte a través del South Stream 15.750 millones de metros cúbicos de carburante, cifra que se triplicaría solo un año después al ascender a 47.250 millones de metros cúbicos.
De esta forma, el gasoducto entrará en pleno funcionamiento en 2018, un año antes de lo previsto en el plan inicial. Un tercio de las exportaciones que se realizarán ese año corresponderá a nuevos contratos y el resto a los contratos ya cerrados por Gazprom.
El gasoducto South Stream (Corriente Sur) tiene como objetivo diversificar las rutas de exportación del gas ruso al mercado europeo y reducir la dependencia de Rusia con respecto a los llamados países de tránsito como Ucrania.
La nueva tubería tendrá cuatro líneas de una capacidad anual de 15.570 millones de metros cúbicos cada una. La primera línea se hará operativa hacia diciembre de 2015.
El costo del proyecto se estima en 15.500 millones de euros. Casi dos tercios de esta cantidad corresponden a la construcción del tramo subacuático.
El inicio de las obras fue adelantado a diciembre próximo por indicación expresa del presidente ruso, Vladímir Putin.
