En la capital rusa concluyó el XII Festival de Flamenco ¡Viva España! que presentó al público moscovita a los mejores bailadores rusos y las estrellas de la danza española.
Fiesta andaluza entre la nieve. Moscú, donde este año la primavera sólo empieza a dar los primeros pasos, se convirtió por cinco días en el escenario de una fiesta flamenca. Actuaciones de tres estrellas españolas -Eva Yerbabuena, Rocío Molina y Farruco- en las suntuosas decoraciones del histórico Teatro Maly, competiciones entre artistas rusos, un taller para los aficionados y, como no, el deleite de los espectadores.
“No es la primera vez que vengo acá a Rusia y la verdad que el público entiende no solo los actos de virtuosidad sino el remate del ole y ahí está el pellizco del flamenco, es difícil entenderlo. La gente llena el teatro hasta la bola, se pone de pie, aplaude cuando tiene que aplaudir, se calla cuando se tiene que callar. Lo puedo comparar con el mejor público de flamenco que haya, están a alturas, sin duda”, confesó a RIA Novosti Antonio Fernández Montoya “Farruco”. Su interpretación de ayer en que el flamenco puro se enriquece con elementos de otras danzas y estilos provocó una ovación en la asistencia.
En Rusia, la pasión por el flamenco no se limita a las dos capitales. Hay escuelas de danza especializadas en una quincena de ciudades rusas esparcidas por todo el enorme territorio del país. Solo Moscú cuenta con más de veinte. Los especialistas del ámbito afirman que el flamenco ruso superó el nivel de aficionado y se hizo profesional.
“Es impresionante lo que ha crecido el ruso como bailador de flamenco. Pronto las estrellas rusas podrán salir, igual que las estrellas japonesas, al mundo internacional del flamenco. Por ahí dicen las voces que no se puede, el duende le pertenece al español pero yo diría que el ruso tiene a Stanislavski y Stanislavski puede copiar cualquier cosa”, opina José Luis González, director ejecutivo de la escuela Flamenquería, que organizó el evento.
El premio Centaurita de Oro de este año fue para Konstantín Frolov, de San Petersburgo. Fue el mejor de los 28 grupos de flamenco rusos que compitieron en cuatro nominaciones ante un jurado internacional en el marco del festival, patrocinado por el Ministerio de Cultura de Rusia y la Embajada de España. Sin embargo, los organizadores que comenzaron en 2001 con un concurso frecuentado solo por un círculo estrecho de conocedores esperan desarrollar el evento aún más.
“El festival se incrementa cada año, nuestros planes son crecer más. Cada año añadimos algo nuevo e interesante al programa para atraer a más admiradores del flamenco. Queremos informar a un número máximo de personas de que existe este arte único”, subrayó Antón Sujánov, director del Festival ¡Viva España!
Es decir, cumplir con los principales objetivos del Festival: facilitar el intercambio de ideas artísticas entre Rusia y España, promover el flamenco y contribuir a la evolución de la maestría de los bailadores rusos. Y parece que estas metas se van alcanzando.
