El meteorito que cayó en Rusia a mediados de febrero ocasionando muchos cristales rotos y 1.500 heridos, demostró de forma irrefutable la vulnerabilidad de los habitantes de nuestro planeta.
De repente, quedó palpablemente claro que no tenemos ningún recurso para evitar el choque de cuerpos celestes que desde las profundidades del Universo coincidan con la trayectoria de la Tierra.
Una posible salida podría ser golpear esos asteroides peligrosos con otros asteroides, afirman científicos rusos.
Natan Eismont, experto del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia, afirma que es posible utilizar los asteroides cercanos al nuestro planeta, de tal forma, que sirvan de proyectiles para aniquilar los cuerpos celestes que puedan chocar en cualquier momento contra la Tierra.
"Yo era escéptico acerca del asunto, hasta que logramos modelar en ordenadores situaciones probables muy reales para evitar una colisión", dijo a RIA Novosti, Eismont, uno de los autores del proyecto.
Una investigación reciente elaborada por el Instituto de Investigación Espacial y la Escuela Superior de Economía de Moscú estima que los asteroides que se encuentran a distancias comprendidas entre 100.000 y 200.000 kilómetros de la Tierra pueden ser “capturados”, "alineados" y “preparados” para ser arrojados contra asteroides peligrosos.
Sobre todo cuando actualmente hay más de 9.000 asteroides cercanos a la Tierra, que pueden ser candidatos adecuados para convertirse en proyectiles contra asteroides.
Para capturar, alinear y preparar los asteroides, en la actualidad, es posible utilizar los cohetes rusos Protón con reservas adicionales de combustible, explicó Eismont.
Tras posarse en los asteroides escogidos, con la ignición controlada de los propulsores del Protón, los científicos pueden alterar la órbita de los “proyectiles espaciales” hasta alcanzar los parámetros balísticos necesarios para arrojarlos contra los asteroides intrusos.
Para la defensa planetaria las rocas espaciales más adecuadas deberán pesar entre 1.500-2.000 toneladas y con diámetros de entre 10 y 15 metros, entre otras cosas, de dimensiones más modestas que el meteorito que cayó en los Urales que según los expertos tenía al menos 17 metros de diámetro y una masa de 9.000 toneladas.
Dimensiones insignificantes en comparación con el asteroide 99942 Apophis, de 325 metros de diámetro y 40.000 toneladas, considerado el peligro potencial más grave que amenaza nuestro planeta cada vez que su órbita se aproxime a la trayectoria de la Tierra, la próxima vez en 2029, y posteriormente en 2037.
Si los cálculos de los científicos rusos son correctos, el choque controlado de un asteroide convertido en proyectil espacial contra moles como el Apophis será suficiente para alterar su trayectoria de tal forma que se aleje de la Tierra y en su próximo encuentro, no represente un peligro para el planeta. “Como ocurre en el juego de billar”, resumió Eismont.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
