Los intentos que emprende Tbilisi para caldear la situación en la frontera entre Georgia y Osetia del Sur son improcedentes, declaró hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en un comunicado.
"Los intentos de caldear la situación de cara a la campaña electoral en Georgia y de achacar la responsabilidad a Rusia son improcedentes", indica la nota.
Tbilisi afirma que guardias fronterizos rusos instalaron una alambrada en la frontera entre Georgia y Osetia del Sur y que en algunas zonas la valla incluso se adentra en el territorio georgiano.
En abril de 2009, Osetia del Sur delegó a Rusia la protección de la frontera con Georgia, de unos 350 kilómetros, hasta la creación de su propio servicio de guardia fronteriza. El viceministro ruso de Exteriores, Grigori Karasin, comentó que en Osetia del Sur, los guardafronteras rusos actúan únicamente siguiendo las órdenes de las autoridades surosetas.
Karasin sostuvo una conferencia telefónica con el representante especial de la Unión Europea para el Cáucaso Sur, Philipp Lefort, y llamó su atención sobre el hecho de que Osetia del Sur ya planteó en reiteradas ocasiones la necesidad de demarcar la frontera, pero la parte georgiana rehúye el diálogo.
"En lo referente a los intentos de incluir el problema fronterizo en la agenda de los contactos informales de Grigori Karasin con Zurab Abashidze, representante especial del primer ministro de Georgia, se informó a Philipp Lefort de que estas cuestiones no entran en la lista de temas a tratar en dicho formato", indica el comunicado.
De acuerdo a la cancillería rusa, la parte georgiana abordó el tema de la frontera en la anterior ronda de consultas de Ginebra sobre seguridad en el Cáucaso del Sur, celebrada en marzo, y Osetia del Sur expuso las medidas que emprendía para habilitar su frontera estatal.
Entretanto, el representante especial del secretario general de la OTAN para el Cáucaso del Sur y Asia Central, James Appathurai, que llegó este lunes a Tbilisi, declaró que la Alianza Atlántica está preocupada por la situación en la frontera georgiano-suroseta.
"La OTAN mantiene la misma postura que EEUU y la Unión Europea. Nos preocupa la instalación de estructuras divisorias ilegales que violan acuerdos e impiden el libre desplazamiento de la población", manifestó Appathurai.
Las tropas georgianas atacaron en agosto de 2008 a Osetia del Sur y Rusia envió tropas a la región para proteger a los habitantes de la república autoproclamada, muchos de los cuales tienen nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.
Dos semanas después, Moscú reconoció a Osetia del Sur y a Abjasia, que habían buscado independizarse de Georgia ya antes de la desintegración de la Unión Soviética. En respuesta, Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con Moscú.
