Bulgaria amenaza con demandar a Bruselas por daños económicos si la UE detiene las obras del gasoducto South Stream, tal como instó ayer el Parlamento Europeo, escribe hoy RBC Daily.
South Stream es un proyecto para construir una ruta alternativa al transporte del gas ruso a Europa vía Ucrania y cuenta entre sus participantes con el país balcánico, que depende prácticamente al 100% del combustible de Rusia, recuerda el diario.
Tras el llamamiento de la Eurocámara, el titular de Energía búlgaro, Dragomir Stoynev, afirmó que su país sigue interesado en la ejecución del proyecto.
Según Stoynev, el Gobierno de su país tiene previsto comenzar antes de fin de año las obras del tramo búlgaro de la tubería. Ya en 2014, el proyecto puede aumentar un 2% el PIB nacional, agregó.
Bulgaria defiende la construcción del South Stream porque cuenta con obtener ingresos por el tránsito del gas ruso y con reducir sus gastos en el combustible por ser un socio del proyecto, comenta a RBC el analista de Raiffeisenbank Andréi Polischuk.
