Una destacada aliada del primer ministro británico David Cameron ha renunciado a su cargo ministerial en protesta por la posición “moralmente indefendible” adoptada por Londres respecto a Gaza.
La baronesa Sayeeda Warsi, primera musulmana en acceder al Gabinete de mayoría conservadora, denuncia en su carta de dimisión que la postura y estrategia del Gobierno “no es consistente con el imperio de la ley ni con nuestro largo apoyo a la justicia internacional”.
Warsi anunció su salida del Gobierno de Cameron en su cuenta de Twitter: “No puedo seguir apoyando la política del Gobierno en Gaza”, escribió en la mañana del martes. Su renuncia como Secretaria de Estado en el Ministerio de Exteriores retumbó inmediatamente en las redes sociales y puso en evidencia la gran grieta abierta en el equipo próximo al primer ministro.
“El gobierno británico solo puede desempeñar un papel constructivo para solucionar la crisis en Oriente Medio si actúa como honesto intermediario y en este momento creo que no lo es”, recalca la destacada política, a quien Cameron promocionó a su Gabinete, en 2010, como copresidenta del Partido Conservador.
Cameron, que ayer comenzó sus vacaciones veraniegas, transmitió a través de un portavoz su “pesar” por la renuncia de la baronesa, a quien agradeció “el excelente trabajo que ha desempeñado” tanto en el Gobierno como en la oposición. “Nuestra política”, advierte sin embargo la nota de Downing Street, “siempre ha sido consistentemente clara: la situación en Gaza es intolerable y hemos pedido a ambos lados que acuerden un alto el fuego inmediato e incondicional”.
Warsi ha criticado con frecuencia a Israel por su ofensiva contra la población palestina en tuits que arremeten contra los que “intentan justificar la matanza de niños”. “Independientemente de nuestras políticas nunca puede haber una justificación, solo desconsuelo”, escribió recientemente.
Historia del conflicto de Oriente Próximo
La gota que ha provocado su dimisión puede estar directamente relacionada con la negativa de Cameron a corroborar la opinión del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de que el bombardeo de un colegio en Gaza representa “un ultraje moral y un acto criminal”. En vez de criticar al gobierno y fuerzas armadas israelíes, el primer ministro señaló a la BBC que “Hamas no demuestra consideración alguna por la vida humana. Debe poner fin al lanzamiento de misiles sobre Israel y dejar de construir túneles que facilitan el asesinato de civiles”.
