Desde que Rusia dio a conocer su respuesta a las sanciones que le había impuesto EEUU, UE, Australia, Canadá y Noruega, que consiste en la prohibición durante un año de importar productos agroalimentarios de estos países, la “guerra de sanciones” ocupa todas las portadas.
Los medios españoles tratan de evaluar las pérdidas para las empresas españolas afectadas en estos momentos y a las que podrían estarlo en un futuro si no cesa el conflicto ucraniano o las restricciones.
El Economista ha publicado las más de 100 empresas que cuentan con inversiones, ventas, centros de producción, proyectos u oficinas de representación en Rusia. Según el medio, “todas ellas notarán, en mayor o menor medida, el impacto del bloqueo a la compra de productos procedentes de la Unión Europeo impuesto por Moscú durante un año”.
Entre las más de 100 destacan Inditex, Mango, Iberdrola, Freixenet, Repsol, OHL, BBVA, Meliá o Roca.
Sin embargo, además de las sanciones, también señalan la caída del rublo frente al euro o el recrudecimiento de la crisis de Ucrania como motivo por el que se puede poner “en peligro” la estabilidad de estas empresas en el país, donde acumulan una inversión bruta de 1.779 millones de euros desde mediados de los años 90.
En la última década ha crecido el interés por Rusia por parte de las empresas españolas debido al gran crecimiento económico y a las oportunidades de negocio. De hecho, las exportaciones totales aumentaron un 41,3% entre 2010 y 2013.
Hace unos días, los medios españoles también se hacían eco del estudio de la Unión de Bancos Suizos, que situaba a Inditex como una de las empresas más afectadas por el conflicto ucraniano. La multinacional tiene en Rusia 386 tiendas, algo que lo convierte en el segundo mercado en el exterior, sólo por detrás de China.
Otros grupos como OHL obtienen el 13,5% de sus ingresos en Europa Central y Este, por lo que “un conflicto en la zona podría afectar sus resultados”, afirma el Economista. Hace unos años la empresa ganó la adjudicación para construir 390 kilómetros de vías para transportar carbón entre Óbskaya y Nadym por valor de 1.500 millones de euros, sin embargo, la operación todavía está paralizada.
Repsol es otra de las empresas que ha encontrado gran interés en Rusia, especialmente desde su salida de Argentina. En 2011 firmó un acuerdo para buscar pozos petrolíferos. En junio ya anunció nuevos descubrimientos con más de 240 millones de barriles.
Sin embargo, a pesar de los grandes acuerdos y negocios que las empresas españolas tienen en Rusia, de momento, el veto sólo afecta a las empresas agroalimentarias. El Ministerio de Agricultura cifró en 337 millones el impacto que las restricciones tendrán por ahora para España, lo que supone un 1,8% del total de las ventas al extranjero.
