Sólo aunando los esfuerzos pacificadores de Armenia, Azerbaiyán y Rusia será posible detener la escalada de tensión en el Cáucaso relacionada con la guerra de la información que lleva a cabo EEUU, opinan expertos que participaron este miércoles en la mesa redonda "Cáucaso del Sur: Perspectivas de arreglo de conflictos regionales".
A finales de julio y principios de agosto volvió a agravarse la situación en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj. Varias veces fue violado el régimen de alto el fuego y se reportaron muertos de ambos bandos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró durante una reunión tripartita celebrada en Sochi con sus homólogos de Armenia y Azerbaiyán que las partes en conflicto, no obstante, muestran buena voluntad para resolver el litigio de Karabaj por vía pacífica.
INFORMACIÓN ASIMÉTRICA
Pero los expertos advierten de que en el Cáucaso se lleva a cabo una verdadera guerra de información. Sus instrumentos son los principales medios de comunicación de Europa y EEUU.
"Se hace chocar a las partes presentando asimétricamente la información periodística. Se encargan de ello las principales agencias de noticias controladas por EEUU", afirma Denís Tiurin, director del Club de Negocios de la Organización de Cooperación de Shanghái.
Las declaraciones oficiales de Washington hacen entrever sus planes en la región caucásica. Así, el embajador de EEUU en Armenia dijo que Nagorno Karabaj se debe entregar a Azerbaiyán.
"La OTAN no está presente en el Cáucaso y es lógico que quiera tener allí tropas. También está claro que ni Rusia ni Irán quieren guerras en la región", señaló Tyurin.
EL PAPEL APACIGUADOR DE RUSIA
Los expertos están convencidos de que la paz en el Cáucaso del Sur se puede preservar únicamente a condición del empeño de las tres partes: Armenia, Azerbaiyán y Rusia. Moscú actuaría en este caso como pacificador.
"La reunión de los tres presidentes en Sochi permitió aliviar la situación, que ya es más tranquila ahora. Además, se comprobó la capacidad de Moscú de reaccionar ante la escalada del conflicto actuando en dos frentes", apuntó Arman Boshjan, quien preside el consejo del Club Geopolítico de Ereván.
Otro experto ruso, Andréi Yepifántsev, director del centro analítico Alte et Certe, considera que el mayor problema del conflicto armenio-azerbaiyano consiste en que el derecho internacional no ofrece instrumentos para su solución.
"Las partes del conflicto, tanto Armenia como Azerbaiyán, reclaman lo máximo. Es imposible llegar a un acuerdo en estas condiciones. Hay una sola solución: el compromiso y las negociaciones. Si no la aceptan, la comunidad internacional debe influir en ellos para que lo hagan", resumió.
ANTECEDENTES
El conflicto de Nagorno Karabaj es el más antiguo en el espacio postsoviético y se remonta a 1988 cuando el enclave, poblado en su mayoría por armenios, proclamó su independencia de Azerbaiyán para unirse a Armenia.
En 1991, se celebró un referéndum en el que la población de Nagorno Karabaj votó a favor de la independencia. Pasado un año, comenzaron operaciones militares de gran escala a consecuencia de las cuales Azerbaiyán perdió el control sobre el enclave y siete distritos adyacentes.
Para impulsar las negociaciones sobre el arreglo en Nagorno Karabaj, en 1992 fue instituido el Grupo de Minsk, cuyos copresidentes son EEUU, Rusia y Francia.
El 12 de mayo de 1994 Armenia y Azerbaiyán firmaron un alto al fuego.
