Suecia ha decidido elevar el nivel de relaciones con la OTAN y ha autorizado a las fuerzas aliadas realizar maniobras en el territorio nacional. Una propuesta similar fue apoyada recientemente por el Gobierno de Finlandia. Ambos países explican su acercamiento a la Alianza por la “retórica beligerante de Rusia y su papel en la crisis ucraniana”, escribe hoy Kommersant.
En Moscú, por su parte, consideran que este acercamiento puede dar lugar al ingreso de las mencionadas repúblicas en la OTAN.
Desde hace tiempo se discute la idea de llevar las relaciones de Estocolmo y Helsinki con la Alianza a otro nivel, pero la situación en Ucrania ha acelerado estos planes, dice el jefe de la oficina de la OTAN en Moscú, Robert Pszczel.
Según el primer ministro de Finlandia, Alexander Stubb, su país cumple los requisitos necesarios para ser miembro de pleno derecho de la Alianza Atlántica.
Kommersant indica que la mayoría de las fuerzas políticas de Suecia y Finlandia apoyan el acercamiento con la OTAN. En contra, de hecho, se pronunciaron solo “los verdes“ suecos que ven ese proceso como “entrada secreta” en la Alianza.
Al mismo tiempo, en Rusia se escuchan voces a favor de la revisión de la agenda bilateral con los países nórdicos a raíz de las nuevas realidades.
Así, el vicepresidente del comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Leonid Kaláshnikov, considera que al "arrastrar a los países neutrales al bloque”, la OTAN comenzará a “militarizar el Ártico”.
