El supuesto terrorista de 30 años que había secuestrado a un trabajador en un hotel del centro de Brasília se entregó a las 16.15, hora local, a los agentes de la Policía Militar tras ocho horas de secuestro.
El hotel ha sido evacuado en la mañana de este lunes debido a la presencia del hombre de 30 años que, tras secuestrar y esposar un trabajador del hotel, afirmó ser un terrorista y haber colocado un cinturón con dinamita en su rehén.
El sospechoso realizó el check-in sobre las 7.30 de la mañana (horario de Brasilia) y poco después subió hasta el 13º piso de del hotel, donde hizo el rehén, y mandó a todos los huéspedes a bajar e informar que se trataba de un ataque terrorista.
Agentes de la Policía Civil y Militar, así como el cuerpo de Bomberos de Brasilia acordonaron la zona y evacuaron a los 300 huéspedes del hotel.
A lo largo de la mañana el supuesto terrorista se mantuvo en uno de los cuartos del 13º piso desde donde habría exhibido a su rehén unas cinco veces en el balcón de la habitación.
El inspector de policía, Marcelo Fernandes, afirmó sobre las 10 horas a varios medios que el sospechoso había sido identificado y como un cargo político en el estado de Tocantins, en el norte del país, aunque se negó a identificarlo.
Además, Fernandes confirmó que el sospechoso exigió la "dimisión de la presidenta Dilma Rousseff" y que su posición es "dialogante".
"Nos ha dado un plazo para atender sus exigencias: dimisión de Dilma Rousseff, extradición del activista Cesare Battisti y la aplicación efectiva de la Ley de Ficha Limpia", informó el agente que confirmó que el plazo dado fue inferior a seis horas.
El italiano Cesare Battisti fue acusado por pertenencia al grupo terrorista de extrema izquierda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), tras ser detenido en Brasil en 2007. Su extradición fue denegada por el expresidente Lula da Silva en diciembre de 2010.
En todo momento tres negociadores de la policía se encontraron en contacto con el sospechoso para negociar la liberación del rehén, mientras tanto, francotiradores de élite de la Policía Militar tomaron posiciones en torno al hotel.
La luz, el teléfono y el gas del hotel fueron cortados para minimizar los daños que podría causar una eventual deflagración de los explosivos.
"Tenemos un 98% de certeza de que son explosivos", confirmó el agente Paulo Henrique Almeida quien confirmó que en caso de ser dinamita podría ser suficiente para dañar la estructura del hotel.
Al parecer, el sospechoso habría dejado cartas de despedida escritas para sus familiares lo que hace pensar que se trataría de un atentado con finalidad suicida.
Todavía no existen noticias sobre el destino del cinturón de explosivos que portaba el detenido que ha sido trasladado en un vehículo policial hasta la comisaría de policía más cercana para proceder al interrogatorio.
