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Estados Unidos y China hablarán del terrorismo islámico en su próxima cumbre

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Xi Jinping y Barack Obama, presidentes de China y Estados Unidos respectivamente, colocarán la lucha contra el terrorismo islámico en lo alto de la agenda en su próxima cumbre.

Xi Jinping y Barack Obama, presidentes de China y Estados Unidos respectivamente, colocarán la lucha contra el terrorismo islámico en lo alto de la agenda en su próxima cumbre.

Los analistas aseguran que ambas partes, que se reunirán en Pekín el 12 de noviembre, se esforzarán en tratar los temas que les unen antes de los que les separan. Ambas potencias comparten su preocupación por el Estado Islámico (EI), especialmente después de que los actos de terrorismo uigur en Xinjiang hayan aumentado en periodicidad y gravedad en el último año.

Un grupo de uigures mató a cuchilladas a 31 civiles en una estación de tren de Kunming (provincia de Yunnan) el pasado marzo en un ataque calificado como el 11-S chino por la prensa local.

También se han producido atentados suicidas con bombas en Xinjiang en los últimos meses.

Varios uigures han sido detenidos en el sudeste asiático cuando se dirigían a enrolarse en los grupos islamistas radicales.

Pekín ha asegurado en los últimos años que el terrorismo uigur tiene vínculos con Al Qaeda y que varios de sus miembros han combatido o han sido entrenados por yihaidistas.

Pekín y Washington ya han colaborado antes en el control de las redes financieras que subvencionan al terrorismo.

"Estabilizar las relaciones bilaterales es el principal objetivo para ambos países. Para ello tienen que focalizar su atención en las medidas de colaboración que puedan acabar en resultados tangibles", ha manifestado Jin Canrong, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Renmin de Pekín, al diario South China Morning Post. Otros temas incluidos en el programa son la lucha contra el ébola y el calentamiento global.

Los analistas aseguran que Hong Kong no formará parte de las negociaciones ya que la excolonia tiene un interés muy relativo para Washington.

Enfrentamientos violentos en Hong Kong >>

Pekín advirtió desde el principio de la crisis que era un asunto interno y no permitiría injerencias externas.

El secretario de Prensa estadounidense, Josh Earnest, declaró días atrás que defendía la "genuina elección de candidatos", en alusión al sufragio universal sin filtros de Pekín que defienden los estudiantes y la plataforma cívica Occupy Central.

Earnest también aseguró que deseaba que las ansias democráticas de Hong Kong se extendieran a la China continental.

El consulado estadounidense en la excolonia emitió un comunicado más medido en el que aclaraba que no apoyaba a ninguna de las partes en el conflicto.

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