El gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha aprobado hoy una enmienda para endurecer el código penal de Israel y permitir que se impongan penas de entre 10 y 20 años de cárcel a personas consideradas culpables de arrojar piedras a los vehículos.
La enmienda autorizará a sentenciar a diez años a los que se considere que lanzando piedras han puesto en peligro la vida de una persona o la seguridad de un vehículo, aunque no haya pruebas de que quien lanzó las piedras tuviera intención expresa de provocar graves daños.
También allanará el camino al sistema judicial para que se haga cumplir una ley existente por la que se puede condenar a hasta 20 años de prisión a alguien que haya arrojado piedras u otros objetos con la intención de causar lesiones corporales graves.
La aprobación de esta medida por parte del Gobierno es un paso preliminar. El proyecto se tiene que llevar a la Comisión Ministerial de Legislación y a la Knesset (Parlamento israelí) para someterla a votación.
Netanyahu ha dicho hoy a sus ministros al inicio de la reunión semanal del gabinete en Jerusalén que "Israel está operando agresivamente contra los terroristas, contra los lanzadores de piedras, contra los que arrojan bombas incendiarias y petardos".
"Vamos a elaborar una legislación más agresiva a este respecto, con el fin de devolver la seguridad y tranquilidad a todas las partes de Jerusalén", señaló Netanyahu.
La enmienda se basa en las recomendaciones de un comité encabezado por el secretario del gabinete, Avichai Mandelblit, que examinó cómo hacer frente a los disturbios en el este de Jerusalén, parte palestina de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967.
La propuesta de ley permitirá por primera vez que se encarcele a los que lanzan piedras contra coches de la policía. Estos actos comportarán cinco años de cárcel.
El proyecto establece que el delito de tirar piedras a vehículos se dividirá en dos categorías. La primera será el grado básico, cuyo castigo serán 10 años en la cárcel, para el que tire piedras u otros objetos a coches en movimiento de manera que podría ponerse en peligro la seguridad de las personas que viajan en él o que pasan cerca.
En la segunda categoría, que comportará hasta 20 años de prisión, quedarán incluidos aquellos que están condenados también por haber tenido intención de causar daños corporales o daños en general a personas y vehículos.
En los últimos meses, la oficina del fiscal de distrito de Jerusalén, ha instituido una política municipal más dura respecto a los palestinos sospechosos de lanzar piedras o causar altercados y solicita la prisión preventiva de los acusados hasta el final del proceso.
La nueva política, que entró en vigor el pasado julio, también se aplica a los menores de edad. Como resultado, decenas de menores palestinos han permanecido encarcelados durante un mes o dos antes de que se celebraran sus juicios.
A los jóvenes israelíes que el verano pasado agredieron a diversos palestinos en plena calle no se les han aplicado medidas tan duras.
