Israel no va a realizar ningún cambio en la normativa sobre la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, según indicó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tras días de disturbios y protestas por el cierre del lugar, que es sagrado para judíos y musulmanes.
"Junto a nuestra postura decidida de defender nuestros derechos, estamos determinados a mantener el status quo de todas las religiones con el fin de prevenir una erupción (violenta)", señaló.
Netanyahu afirmó que desde los días de Abraham, el Monte del Templo ha sido el lugar más sagrado para su pueblo y es también el kilómetro más sensible en la tierra.
La tensión se ha disparado esta semana, después del intento de asesinato del rabino extremista Yehuda Glick el miércoles pasado, y la posterior muerte de su presunto agresor, un palestino de Jerusalén, a manos de la policía.
El primer ministro reiteró las llamadas a los miembros de su gobierno a mostrar moderación sobre este tema.
"Es muy fácil de encender un fuego religioso, pero es mucho más difícil extinguirlo", dijo.
Asimismo, Netanyahu subrayó que los islamistas radicales están difundiendo falsas afirmaciones de que tienen la intención de dañar la mezquita al-Aqsa y llaman al uso de la violencia para evitar que los judíos vayan al Monte del Templo.
"No vamos a permitir que esto suceda. Estamos comprometidos a mantener el status quo", recalcó.
Añadió que estos días son especialmente sensibles y que no hay que sucumbir ante los radicales entre sus enemigos.
"En este momento es necesaria la moderación y trabajar juntos para restablecer la calma", señaló.
Las palabras de Netanyahu no han calado en políticos como el diputado Moshe Feiglin, del Likud, el partido del primer ministro, que esta mañana ha visitado la Explanada de las Mezquitas, justo cuando se acababa de abrir al público no musulmán, tras días de cierre o semi-cierre incluso para los musulmanes.
Feiglin, partidario de que se permita rezar allí a los judíos, ha llegado escoltado por un pelotón de seguridad y ha sido recibido con abucheos de los musulmanes.
Feiglin afirmó que "cualquiera que grite de esta manera no debe de sorprenderse cuando alguien próximo se convierte en un asesino".
"El hecho de que sea necesaria una escolta de seguridad cuando los árabes están caminando por aquí libremente y sin temor alguno, indica más que ninguna otra cosa quien se siente como un visitante aquí y quien se siente como el amo del lugar. Vamos a cambiar esta la realidad con la ayuda de Dios", dijo.
La Liga Árabe ha advertido hoy que Israel ha llegado a una "línea roja", tras el cierre total de la Explanada de las Mezquitas que las autoridades israelíes decretaron el jueves pasado y que provocó fuertes disturbios en Jerusalén.
El número dos de la Liga Árabe, Ahmed Ben Hilli, ha llamado a los árabes y a la comunidad internacional a actuar "para poner fin a estas prácticas de las autoridades de ocupación israelíes en Jerusalén (…) Tocar Jerusalén tendrá consecuencias incalculables", advirtió Ben Hilli.
