Los abogados del Ministerio de Asuntos de Presos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) han conseguido que las autoridades israelíes autoricen la visita de un bebé palestino a su padre que está en la cárcel en Israel.
La peculiaridad es que el pequeño fue concebido con el esperma de su padre que se sacó de contrabando de la cárcel burlando las fuertes medidas de seguridad del servicio de prisiones de Israel.
El padre del niño, el preso Abed al-Karim Rimawi, que cumple cadena perpetua, tenía las visitas de sus familiares prohibidas por las autoridades israelíes tras haber dicho que su hijo, de 18 meses, nació gracias al esperma que logró sacar de la cárcel del Negev donde estaba internado.
La esposa de Rimawi trató de visitar a su marido cuando el bebé tenía un mes, en 2013, pero los funcionarios de prisiones se lo impidieron y le exigieron una prueba de ADN para demostrar que era hijo de Rimawi, nacido en Beit Rima, cerca de Ramala.
La mujer presentó una demanda contra las objeciones del servicio de prisiones a través de los abogados del ministerio de Asuntos de Presos. Su marido alegó que el esperma que usó su mujer no se había sacado de forma ilegal de la cárcel sino que había sido congelado antes de que él ingresara en prisión.
El tribunal israelí rechazó las alegaciones y multó al preso con 5.000 shekels (1.300 dólares) por dar información falsa a la justicia. Finalmente, los abogados de la ANP consiguieron que el tribunal accediera a redactar una carta en la que se renunciaba a exigir la prueba del ADN, pero se seguía imponiendo la multa al preso. La fecha de la visita aún no se ha estipulado.
