La violencia volvió a protagonizar la jornada en Belén, capital de Pará y principal punto de entrada fluvial de la Amazonia. Nueve personas murieron por impacto de bala en la madrugada de este jueves en lo que las autoridades calificaron de represalia tras la muerte el pasado lunes del policía militar Antônio Marcelo da Silva Figueiredo.
Los hechos fueron confirmados este jueves por Luiz Fernandes, secretario de Seguridad Pública de Pará, quien además informó que se está llevando a cabo una investigación para atrapar a los culpables y esclarecer los hechos. Según Fernandes, seis de los nueve hombres asesinados este jueves presentaron características de ejecución.
Varios colegios y universidades de la capital de Pará cancelaron las clases por miedo a que la oleada de violencia ponga en riesgo la seguridad de los alumnos. La Secretaría regional de Seguridad Pública advirtió de que existen "informaciones sin fundamento" en alusión a las amenazas aparecidas en redes sociales que llaman a una "limpieza de los barrios periféricos" de Belén.
Este episodio de violencia comenzó el lunes después de que el agente Figueiredo, de 43 años y procesado por homicidio, fuese asesinado a tiros cerca de su casa por tres hombres armados. El coche en que se desplazaban los supuestos asesinos fue hallado horas más tarde en el barrio de Curió Utinga, el más extenso y poblado de la periferia de Belén.
Tras la muerte de Figueiredo varios vecinos empezaron a compartir amenazas en las redes sociales contra los habitantes de la periferia, así como fotos de jóvenes muertos. La cadena de televisión Globo divulgó el testimonio y las grabaciones de varios vecinos que presenciaron intensos tiroteos nocturnos desde la madrugada del martes.
En marzo de este año la ONU publicó un informe que sitúa a Belén como la décima ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 78.08 homicidios por cada 100.000 habitantes.
