Los agentes de Inteligencia de Reino Unido están autorizados a interceptar las comunicaciones entre abogados y sus clientes, según se ha desvelado en documentos oficiales presentados hoy ante un tribunal especial.
Es la primera vez que se reconoce en público esta práctica de espionaje en un ámbito teóricamente amparado por el privilegio legal profesional. Los contactos entre abogados y clientes están sujetos en Reino Unido a estrictas normas de confidencialidad para garantizar el derecho de un imputado a un proceso judicial justo.
La normativa que autoriza la intercepción de conversaciones de los letrados ha salido a la luz en el Tribunal de Poderes de Investigación (IPT, en sus siglas en inglés), que atienden quejas de ciudadanos contra la actuación del Servicio de Seguridad interno, MI5, el Servicio Secreto de Inteligencia, MI6, y la agencia central de comunicaciones electrónicas, GCHQ.
De acuerdo con el reglamento del MI5, sus operarios pueden utilizar material interceptado a un abogado "de la misma forma que otra pieza de Inteligencia". El servicio advierte al menos del carácter "particularmente sensitivo" de este material confidencial y recalca que este tipo de espionaje ha de ser estrictamente justificado.
El GCHQ también recuerda a sus empleados que "han de tener en cuenta la necesidad y proporcionalidad" de sus acciones antes de interceptar las comunicaciones de abogados.
Las potencialmente abusivas e ilícitas prácticas se han destapado a raíz de la demanda de dos libios, Abdul Hakim Belhaj y Sami al-Saadi, que alegan complicidad del Gobierno británico en su secuestro y traslado involuntario a Trípoli en 2004.
Sus abogados en la organización por derechos humanos Reprieve sospecharon que sus teléfonos estaban intervenidos y presentaron una denuncia en el IPT. El juez de este tribunal especial ha ordenado finalmente a los servicios secretos a desvelar sus respectivas normativas referentes a los profesionales legales.
"Está claro ahora que las agencias de Inteligencia llevan años escuchando las conversaciones de abogados con sus clientes. Esto tiene preocupantes implicaciones para todo el sistema judicial británico", ha denunciado Cori Cider, directora de Reprieve.
Algunos expertos remontan la protección y confidencialidad de los contactos entre abogados y sus representados al siglo XVI.
El Tribunal de Apelación autorizó la semana pasada el recurso presentado por Belhaj contra el Gobierno de Londres y el MI6 por su presunta complicidad en su secuestro y entrega al anterior régimen libio.
