El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado al Ministerio de Finanzas que destine 18 millones de dólares a trasladar una base de la Policía de Fronteras con el fin de conseguir más espacio en la colonia israelí de Beit El, en Cisjordania, así como para financiar otros proyectos allí.
Sin embargo, el ministro de Finanzas, Yair Lapid, se niega a transferir estos fondos y ha exigido que el tema se lleve al Consejo de ministros para que se vote.
La orden de Netanyahu sigue a un acuerdo alcanzado el verano de 2012 por el que Givat Ulpana -un barrio de la colonia de Beit El que el Tribunal Superior de Justicia ordenó demoler porque fue construido "ilegalmente" en tierras privadas palestinas- se desocupó voluntariamente, evitando un desalojo forzoso.
Según el pacto, a las 30 familias que perdieron sus hogares se les construyeron casas nuevas y el Estado aprobó la construcción de 30 nuevas viviendas para el uso de la Yeshiva de Beit El (escuela religiosa), plan que se está ejecutando ahora.
El gobierno también accedió a planificar y financiar cuatro edificios públicos en el asentamiento para reubicar una base de la Policía de Fronteras de Beit El.
Así, se podrán construir 300 viviendas nuevas en esa tierra que Israel ha declarado del Estado, aunque es palestina. Cisjordania, según el derecho internacional y la ONU es territorio palestino ocupado por Israel.
Dado que el resto de la tierra alrededor de Beit El es propiedad privada de palestinos, la colonia no puede crecer de otra manera, aunque en otros lugares de Cisjordania se han expropiado miles de hectáreas palestinas privadas para levantar asentamientos.
Lapid considera que una suma de dinero de esa magnitud y para un proyecto de esa naturaleza requiere una decisión de todo el gabinete. Los colonos de Beit El presionan al gobierno para que siga adelante con el proyecto.
