Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia desde el mes pasado, ha fijado el horizonte de su política económica en mejorar la competitividad y erradicar la desigualdad.
"La igualdad y la prosperidad no deben considerarse enemigas mutuas, sino socias. Una refuerza a la otra", ha señalado en su primer discurso ante industrialistas y empresarios de Escocia que ha pronunciado este lunes en la sede del grupo energético Scottish and Southern Energy, en Glasgow.
La lucha contra la desigualdad social y económica en Escocia fue una cuestión dominante en la campaña del sí a la independencia, que la líder nacionalista adopta ahora como puntal de su programa de gobierno.
Sturgeon dio el primer paso en pos de la igualdad al imponer la paridad de género en su equipo de gobierno, que designó a finales de octubre. De los diez consejeros seleccionados, cinco son mujeres incluida la ministra principal.
La jefa del gobierno autonómico ha retenido el Consejo de Asesores Económicos creado por su antecesor, Alex Salmond, para orientar en temas de competitividad.
Sturgeon ha encomendado además la tarea de enlazar el crecimiento económico con la desaparición de la desigualdad en el profesor Joseph Stiglitz, premio nobel en Economía.
"Necesitamos un crecimiento fuerte de la economía para tener una sociedad más justa", ha defendido en Glasgow.
En vísperas del discurso, Sturgeon ha dado una entrevista al Financial Times en que emite un mensaje conciliador a los líderes empresariales. "Quiero que sepan que no han de temer nada respecto a mí. Yo soy una demócrata social", señala en el principal rotativo financiero de Europa.
La nueva jefa del autogobierno escocés ha prometido una reforma de la propiedad privada que ha suscitado resquemor en los grandes terratenientes. Entre las medidas anunciadas se incluye la abolición de exenciones fiscales en las haciendas cuyos terrenos se alquilan para la caza.
El diputado conservador autonómico, Murdo Fraser, ha respondido hoy al discurso de Sturgeon señalando: "nos ha confirmado que es la ministra principal más de izquierdas" en la historia de la autonomía escocesa.
La drástica reducción del precio del crudo no afecta directamente al gobierno escocés en tanto que los ingresos del petróleo del Mar del Norte siguen bajo control del Tesoro del Reino Unido.
En su entrevista con el FT, Sturgeon advierte que las proyecciones del proyecto independentista, basadas en 100 dólares por barril, siguen válidas.
La líder nacionalista apoya su postura en estimaciones sobre una recuperación de precios para 2016. Y observa que aunque hubieran ganado el referéndum del pasado septiembre, "Escocia aún no sería independiente ahora mismo".
