"Se realizan esfuerzos para debilitar la capacidad de ataque de las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia", dijo al intervenir ante 70 agregados militares de 50 países.
Según Gerásimov, "el aumento de la capacidad de ataque del sistema antimisiles de EEUU es una de las principales herramientas de esa confrontación".
"El potencial del que se dota bajo pretextos plausibles supera con creces el necesario para neutralizar un eventual ataque de misiles contra Europa", afirmó.
"Pese a nuestras numerosas propuestas EEUU, los países europeos y la OTAN no quieren dar garantías de que no se usará contra Rusia", denunció.
Los países occidentales intentan resolver los problemas internacionales existentes en un formato cómodo para ellos, involucrando a Rusia en un juego de suma cero.
"A la vez, EEUU y la OTAN consideran a Rusia como uno de sus principales rivales geopolíticos", constató.
Precisó que se refiere a "la resolución de la crisis en Siria, el programa nuclear iraní, el conflicto en Ucrania, la instalación del sistema antimisiles estadounidense en Europa y otros problemas clave de la seguridad global".
Guerásimov acusó a los líderes de las potencias occidentales de estar involucrados en derrocamientos de autoridades legítimas "en forma de las llamadas revoluciones de colores" e indicó que esas prácticas provocan inquietud en Rusia.
"Sobre todo cuando para agravar aún más esos procesos destructivos se recurre a la fuerza militar como en Yugoslavia, Libia y ahora en Siria", recalcó.
