"Hay que sobrevivir a 2015 e intentar que no se deprecien los salarios ni las pensiones, que no aumente la tasa de parados", dijo Yatseniuk al presentar el plan de acción del Ejecutivo ante el Parlamento nacional.
El año que viene será difícil "para absolutamente todos", advirtió.
La grave crisis política que atraviesa actualmente Ucrania también ha repercutido en su situación económica y ha puesto al país al borde de la quiebra.
Según previsiones del Gobierno y del Banco de Ucrania, el PIB nacional cerrará el año con una caída del 5%.
A su vez, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo elevan esa cifra hasta el 7%.
Las autoridades ucranianas tienen puestas sus esperanzas en créditos extranjeros para paliar la situación.
Mientras tanto, la deuda pública del país se ha doblado en los últimos cuatro años, al ascender a 70.000 millones de dólares.
Este mismo jueves, el primer ministro Yatseniuk ha pedido convocar una conferencia de donantes para evitar la suspensión de pagos.
A lo largo de 2014, Ucrania ha recibido un total de 8.200 millones de dólares en ayudas de instituciones financieras internacionales y de sus socios extranjeros, y ha emitido bonos de Estado por valor de 700 millones de dólares.