La policía local y el forense concluyeron que se había suicidado. Pero tanto su madre, Claudia Lacy, como la influyente NAACP (National asociation for the Advance of the Colour People), denunciaron posibles irregularidades en la investigación.
De esta manera, solicitaron una autopsia paralela. Ahora el FBI ha reabierto el caso y se especula con la posibilidad de que Lacy fuera asesinado. La palabra tabú, linchamiento, ya sobrevuela las crónicas.
La madre de Lacy ha hablado con The Guardian. Cuando llegó al lugar donde presuntamente Lennon acabó con su vida encontró a los agentes de la policía retirando las cintas que acordonan la escena de un crimen.
Después reconoció el cadáver, embutido en una bolsa negra dentro de una ambulancia. "Conozco a mi hijo, en cuanto lo vi supe que no podía haberse hecho eso y que en su muerte participaron al menos dos personas".
El US Today enumera una serie de posibles incongruencias: la policía nunca registró el cuarto de Lennon y tampoco revisó su teléfono móvil; el cadáver tenía alrededor del cuello un cinturón que no era suyo; también llevaba puestas unas zapatillas que no le pertenecían; Clacy no había dado muestras de estar deprimido.
Lennon Clacy mantenía un relación sentimental con una mujer blanca de 31 años. "Estaba sorprendida, decepcionada", ha explicado su madre a la CNN. "En un principio le comenté cómo me sentía, y que no lo aprobaba".
En Blandeboro, la pequeña localidad donde vivían, su relación no estaba bien vista. O al menos asegura la CNN, abriendo la puerta a los fantasmas de las violentas retribuciones que en el pasado sufrieron tantas parejas mixtas del Sur de los EEUU.
