En su primera reunión privada en su nuevo mandato, Rousseff limó asperezas con el número dos del gobierno de Barack Obama tras el distanciamiento sufrido entre ambos ejecutivos debido al escándalo de espionaje de la NSA (National Security Agency por sus siglas en inglés) desvelado por el ex agente de la norteamericano, Edward Snowden, en 2013.
Aunque no ha trascendido el contenido de la reunión, se especula con que el papel mediador de Brasil, a través del asesor de gobierno Marco Aurelio García, en el reciente "deshielo" entre los gobiernos de Raúl Castro y Barack Obama, podría haber ocupado el lugar central de la reunión.
Tanto Estados Unidos como Brasil, principal inversor en Cuba superando a China y Venezuela en 2011 gracias a los 957 millones de dólares invertidos en la construcción del Puerto Mariel, estarían interesados en dinamitar finalmente el embargo económico que desde hace 50 años se impone sobre la isla.
Otro asunto que sin duda será tratado por ambos líderes será la viabilidad futura de Mercosur ante las dificultades económicas de dos de sus principales socios, Argentina y Venezuela, a raíz de la caída del precio del petróleo en los últimos meses, en especial en el caso del país caribeño cuya economía depende casi exclusivamente de la buena marcha de la petrolera estatal PDVSA.
El reforzamiento de las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, parece garantizado tras el nombramiento el pasado 31 de diciembre del ex embajador brasileño en Washington, Mauro Luiz Lecker Vieira, como nuevo ministro de Relaciones Exteriores completando así su equipo de 39 ministerios para el segundo mandato.