Fernández aseguró al magistrado que "nunca vio" el manuscrito, a pesar de que durante la investigación llegó a confesar al juez instructor que él era el autor del robo. El imputado dijo que "no recordaba" lo que llegó a confesar al juez instructor, José Antonio Vázquez, y que si declaró fue porque le "amenazaron" con meter a su mujer y a su hijo en prisión.
El robo del valiosísimo manuscrito se produjo en 2011. La antigüedad fue sustraída de una cámara blindada en la que se encuentran las obras más exquisitas de la catedral compostelana. El manuscrito del siglo XII no se recuperó hasta el 4 de julio de 2012, en el garaje propiedad de Fernández, que en aquel momento era electricista en la catedral.
Este manuscrito es el texto más antiguo del Liber Sancti Iacobi, una compilación de varios escritos de la primera mitad del siglo XII sobre la peregrinación y en honor al apóstol Santiago, cuyos restos se encuentran Catedral de Santiago de Compostela. El manuscrito tiene un valor económico "incalculable", según los expertos.
Esta es la segunda jornada del juicio, pero la primera en la que declara el presunto ladrón, dado que ayer se negó a responder a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación.
El proceso durará tres semanas y declararán más de 60 testigos, entre ellos canónigos del cabildo y vecinos.
Acusado de otros hurtos
El electricista de la catedral también robó dinero, según demuestran varias imágenes publicadas por el diario El País. En ellas se ve a Fernández cogiendo dinero en efectivo de varias instancias del templo. Durante la investigación, la policía encontró varias libretas donde el electricista apuntaba todos los robos y la cantidad que conseguía.
La Audiencia Provincial de A Coruña permitió a la Iglesia recuperar todo el dinero robado. El pasado lunes, la cuenta de depósitos del juzgado envió al titular del templo compostelano un total de 1.679.870,80 euros y 30.106 dólares estadounidenses. Este dinero fue incautado al electricista durante los registros en su propiedad.
