Según el mismo, las excelentes relaciones entre ambos países unida a la posibilidad de que en los próximos meses Estados Unidos retire su embargo comercial, gracias además a la diplomacia brasileña, ha motivado que muchos deseen conocer Cuba antes de que se "americanice".
"Es maravilloso no ver un McDonald´s, Starbucks o otras cadenas americanas. Es como un país que quedó congelado en el tiempo", afirmó a Folha la profesora de historia Carla Regina Boratto, de 32 años, residente en la ciudad brasileña de Belo Horizonte, en el estado de Minas Gerais.
Por su parte, el abogado Carlos Pacheco, de 36 años, aseguró al popular diario que "con la llegada de los americanos, el paisaje de la Habana, con su coches antiguos y sus edificios en ruinas, se acabará", el brasileño incluso se atrevió a bromear con la fecha de apertura del primer Mc Donalds en Cuba al asegurar que "antes de que acabe el año habrá uno en el centro de la Habana".
Lo cierto es que los esfuerzos por impulsar el turismo bilateral se produjeron en julio de 2013 cuando los ministros de Turismo de ambos países firmaron un acuerdo para aumentar el flujo de turistas Brasil-Cuba e inauguraron un vuelo directo semanal entre la Habana y Sao Paulo, que además haría escala en Río de Janeiro.
Hasta entonces, de los 2,8 millones de turistas solamente 16.000 era de origen brasileño, una cifra que podría haberse disparado en las últimas semanas tras el anuncio de la retomada diplomática entre Cuba y Estados Unidos, una situación que además se vio beneficiada por los esfuerzos del Gobierno de Raúl Castro para aumentar el turismo un 10,4% y superar la barrera de los 3 millones, una barrera que previsiblemente será finalmente alcanzada en 2015.
